miércoles, 29 de octubre de 2008

"Si no es por ustedes, no significaríamos nada."

De la Lámpara de Diógenes:
El sol ya salía por detrás del edificio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación pero no calentaba, el vientecillo helado se robaba todo el calor, pero jamás enfrió los ánimos ni los corazones de la gente que ya comenzaba a conformar una enorme columna a partir de la esquina de la calle de Pino Suárez y Plaza de la Constitución.




Andrés Manuel López Obrador arribó y de inmediato dio inicio la marcha hacia Palacio Legislativo de San Lázaro. Hacia adelante, con la frente en alto, nuevamente la dignidad llenaba las calles donde miles y miles coreaban -"¡Ni un paso atrás!".



Las personas, en su cotidiano andar hacia sus labores, se detenían y algunos comentaban con asombro al ver quienes encabezaban la marcha -"Mira mamá ¡es el Peje!"- señaló un joven y muchos lo saludaban al igual que a los más de quince mil que arengaban la consigna -"¡Este es el pueblo de López Obrador! ¿Cuál es el tuyo espurio Calderón?"-




El perímetro del Congreso de la Unión se encontraba fuertemente resguardado por miles de elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP) y a su vez por otro tanto de la policía de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México (SSP-GDF) quienes se interpusieron entre la PFP y los ciudadanos que acompañaban al presidente legítimo para que compareciera ante el pleno de la Cámara de Diputados.



El miedo al pueblo de quienes se dicen sus representantes se constató. Cientos de vallas metálicas de más de tres metros fueron colocadas y los elementos de la PFP estaban armados hasta los dientes, incluso con lanzagranadas, como una señal de la política de represión de Genaro García Luna que al parecer no ha entendido lo que significa la libertad de manifestación y mucho menos que este movimiento ha sido, es y será pacífico.




Una vez que arribó el gran contingente de miles de ciudadanos, varias brigadas se colocaron en las diferentes puertas del Palacio Legislativo, siendo cercadas por la PFP. Andrés Manuel López Obrador tuvo que ingresar en auto acompañado por una comitiva ciudadana conformada por Raquel Tibol, Laura Esquivel, Carlos Payán, Lorenzo Meyer, Francisco Garaicoechea, Arnaldo Córdova y José Agustín Ortiz Pinchetti entre otros para exponer los motivos por los que el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo rechaza los dictámenes que en materia petrolera ha aprobado la Cámara de Senadores y exhortó a los Diputados -"Están por aprobar leyes que no sólo contravienen el espíritu y la letra de la Constitución, sino que abren la puerta para que empresas y gobiernos extranjeros puedan explorar y explotar en exclusiva nuestro petróleo tanto en tierra como en las aguas patrimoniales."-



Mientras esto sucedía en el interior del recinto, el sol que se había asomado por unos momentos se ocultó para no más volver a salir por lo que el frío aumentaba pero así también la emoción. Los carritos con tamales, costeños y de hoja de maíz, comenzaron a circular así como el atole de arroz con leche, fresa o cajeta, también el cafecito de olla o agua caliente para el Nescafé con azúcar y leche. Todos se reunían junto a los anafres y degustaban, muy contentos los ancestrales alimentos, mientras en el sonido local se escuchaba el discurso del presidente legítimo.

Una vez concluida la comparecencia López Obrador salió para dirigirse a los miles ahí reunidos dando parte de lo adentro sucedido y para indicar que se esperaría para ver los resultados de la votación y las acciones de los legistas del Frente Amplio Progresista (FAP). Eran cerca de las once de la mañana y sólo quedaba esperar.




El día pasó, sin confrontación alguna, Andrés Manuel se dedicó a saludar a muchos de los que ahí estaban, se fotografiaban con él o les firmaba libros y su pancartas a las cuales les ponía dedicatoria a cada una de ellas. El día pasó con la amena plática de Jorge "El Tata" Arvizu y Jesusa Rodríguez a quien alguien le facilitó un radio para con él escuchar a través del altavoz lo que sucedía en el interior del Congreso de la Unión. De repente la gran noticia llegó -"Los Diputados del Frente Amplio Progresista han tomado la tribuna."- anunció Jesusa y los aplausos y gritos estallaron con júbilo -"¡Ese apoyo si se ve!"- Ahora habría que esperar a la votación.




La maratónica sesión fue seguida por los que estaban afuera, algunos con sus radios y otros de plano se adentraron hacia el mercado de La Merced, en donde una enorme carnicería con tres pantallas de plasma sintonizaba el Canal del Congreso. Así pasó la tarde y se seguían vendiendo tamales y atole, pues el frío era casi insoportable y el hambre se hacía presente por lo que todos iban a las torterías cercanas o consumían, de los carritos que por ahí deambulaban, los tacos de guisado, las doraditas de nopales, cacahuates o patitas de pollo con limón y salsa valentina que apenas entretenían al estomago.




Una vez concluida la sesión algunos legisladores del FAP con los brazos entrelazados marcharon por la avenida Congreso de la Unión para reunirse con Andrés Manuel López Obrador y fueron recibidos entre vivas y aplausos al grito de ¡No están solos! Ya la noche caía cuando López Obrador tomó el micrófono para agradecer sinceramente la presencia, el esfuerzo y el sacrificio de todos los brigadistas ahí reunidos que a pesar del frío, el viento y la larguísima espera siempre estuvieron de buen ánimo. En su discurso exaltó la fuerza del movimiento y dijo -"Si no es por ustedes, nosotros no significaríamos nada."-



También dejó en claro que el movimiento continua que hay muchas tareas y más etapas dentro del proceso de la defensa del petróleo y la economía popular por lo que invitó a todos a estar presentes este jueves 30 de octubre a las cinco de la tarde en el Hemiciclo a Juárez para proponer el plan general. Todos acordaron en asistir a esa asamblea, se cantó el himno nacional y el gran mitin de más de ocho horas se dispersó en paz y alegría.


Más fotografías en la Lámpara de Diógenes.