ÁLVARO DELGADO
MÉXICO, DF, 26 de enero (apro).- Hace justamente diez años, cuando César Nava Vázquez ingresó por primera vez al Consejo Nacional del PAN, de cuya dirigencia nacional era director jurídico, se produjo un episodio aberrante: el gobierno de Baja California se fundió con la Iglesia católica en una sola entidad que, en abierto desprecio a la ley y al Estado laico, obligó a una niña de 13 años --Paulina-- a aceptar un embarazo producto de una violación sexual.
Ese deleznable acontecimiento --en el que tomaron parte el gobernador Alejandro González Alcocer, actual senador, su mujer, sacerdotes, médicos, agentes del Ministerio Público e integrantes de Provida, todos de militancia panista-- se reprodujo ahora en ese mismo estado en dimensiones mayúsculas: el Congreso no sólo derogó, en los hechos, todas las causales del aborto, sino que inclusive apunta a la prohibición del uso de anticonceptivos.
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