Las características del atentado del 6 de enero contra Televisa Monterrey, así como los cuatro mensajes aparecidos en la ciudad el mismo día, no configuran un presunto ataque del narcotráfico o del crimen organizado. En cambio, señalan diversas fuentes consultadas por Proceso, parecen indicar un acto de terrorismo político o de guerra sucia preelectoral, además de un reclamo por la parcialidad informativa.
MONTERREY, NL.- De acuerdo con las primeras investigaciones de la PGR y de la Procuraduría General de Justicia de Nuevo León, el atentado contra Televisa Monterrey el martes 6 de enero, en el que se utilizó un arma corta calibre .40 y una granada, pudo ser un acto de terrorismo político o de guerra sucia electoral.
Entre los elementos que sustentan esta hipótesis están los hechos de que el ataque se realizó en el estacionamiento -no en los estudios ni en su entrada-, los agresores dispararon sólo a la parte alta de un portón, la granada era de explosión -sin esquirlas- y los protagonistas tuvieron el cuidado de que no hubiera heridos ni coches dañados.
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