La utraderecha, atrapada en su corrupción al llegar al poder

El panismo, intrínsecamente incongruente

POR MANUEL MAGAÑA CONTRERAS

Desde hace ocho años, al llegar al poder, la ultraderecha panista es víctima de sus contradicciones; es decir, de su incongruencia intrínseca, porque desde entonces se encuentra presa de un círculo vicioso que le ha llevado a desmentir el idealismo que sostuvo como oposición y -al ejercer el mando y no saber exactamente cómo conducirlo-, a fabricarse los privilegios personales que enriquecen a sus funcionarios y, a la vez, practicar el autoritarismo para hacerse obedecer.

Es decir, el panismo recorre el camino de su autodestrucción como opción válida para sacar del atolladero en el cual ha metido a México el neoliberalismo tecnócrata y globalizador. Al quedarse huérfano de ideales y optar por el sendero del pragmatismo, sus hombres representativos desbarran y practican la corrupción en mayor grado del lo hicieran los priistas en su momento.
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