Víctor M. Quintana S.
Más soldados, más impuestos, menos controles constitucionales, nulas acciones sobre los factores sociales de riesgo. Esta fórmula premaquiavélica es la que ha elegido el gobierno de Calderón para que el Estado no falle también en Ciudad Juárez: el Estado de la edad de hierro.
La quincena que vivimos el peligro. Martes 10 de febrero: 14 sicarios; seis secuestrados –¿por quién?– muertos por el ejército en un enfrentamiento de un solo lado. Viernes 20: renuncia el secretario de Seguridad Pública del municipio de Juárez para evitar que los sicarios sigan cumpliendo su amenaza de ejecutar a uno de sus policías cada 48 horas si no dimite. Domingo 22: el jefe de escoltas del gobernador del estado es asesinado en un ataque al convoy en el que viaja Reyes Baeza. Remate: 20 muertos en el Cereso estatal el miércoles 4 de marzo.
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