• Los costos de las lealtades• El ABC de Mullen
Los peores enemigos, mi estimado, son los que siempre asienten. Finaliza la agitada semanita con la caída del ¿traidor?, perdón, balconeado Luis Téllez y la llegada de un leal (whatever the fuck this means), Juan Molinar, que esbozó el panorama interno que a Felipe le interesa (besides the booze), que no es sino un gabinete de sumisos funcionarios que se pliegan a la incondicional agenda presidencial que un cuadro de colaboradores con experiencia a la altura de las complejas circunstancias que enfrenta su (des)gobierno, que además para completar el espectáculo de la casa de la risa histérica, ha entrado en estos últimos días a un inédito intercambio de acusaciones, señalamientos, declaraciones e inculpaciones bilaterales por el descontrol de su mal llamada guerra contra la organizada delincuencia.
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