Gustavo Leal F.*
Mientras por saturación, sobredemanda, falta de medicamentos y urgencias deficientes los médicos paraban labores en el Hospital General de Tlaxcala; mientras el titular de los servicios de salud de Puebla revelaba que en su dependencia "hay médicos y especialistas con títulos falsos" y ofreció examinar ¡7 mil expedientes!, Daniel Karam –el economista entonces designado por Calderón para dosificar (¿electoralmente?) los monumentales recursos del Seguro Popular– confirmaba que, para él, mal enumerar un breviario de metas triunfalistas equivale a "responder a los cuestionamientos".
Después de que Alianza Cívica destacara algunas inercias de ese "seguro" (Enfoque, 1/2/09), el financiero Karam se sintió completamente satisfecho señalando como "respuesta" que su meta prioritaria ("una verdadera hazaña", escribió) es afiliar (que no atender) para "dotar de protección financiera" a 9 millones de familias en 2008, y llegar a lo que él gusta de calificar de cobertura "universal" en 2010.
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