Luis Linares Zapata
La búsqueda de señales que introduzcan tranquilidad o restituyan confianza a los mercados se vuelve una materia tan vaporosa como angustiante para el oficialismo y sus auxiliares. A medida que se acerca la cita con las urnas de julio la presión aumenta para difundir algo positivo que apunte hacia la luz al final del túnel. Poco importa que sea mediante un precipitado anuncio sobre el intercambio de monedas con el Tesoro estadunidense (Swap) o un crédito multimillonario del Fondo Monetario Internacional que "no se utilizará". A veces puede auxiliar un menor ritmo de caída en el empleo, cierto repunte de la bolsa o el entrevisto funcionamiento del programa de rescate chino. Cualquier dato, revelación o simple accidente puede ayudar a serenar los descompuestos ánimos de los inversionistas o aplacar el coraje de los desesperados.
El espantajo del narcotráfico como arma distractora que blandió Acción Nacional en contra del Revolucionario Institucional se ha desvanecido sin impactar de lleno a la masa electoral. La escaramuza quedó prendida en un círculo selecto de repetidores y encuestadores ah-doc.
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