Que es tanta la desconfianza por la “mala fe” del PAN, que priistas y perredistas obligaron a los senadores albiazules a firmar, una por una, las hojas del dictamen de Ley de Extinción de Dominio, luego del madruguete que intentó dar Alejandro González, presidente de la Comisión de Justicia la tarde del lunes, cuando quiso pasar un proyecto en el que se volvía a las propuestas iniciales, ya desechadas por la oposición.
Que las reformas a la Ley del Banco de México, con las que se pretende regular el cobro en las tasas de interés y comisiones, no serán aprobadas por unanimidad en el Senado. El propio coordinador del PRD, Carlos Navarrete, admitió que no todos sus compañeros avalarán el dictamen.
Las fracciones de Convergencia y del PT también anunciaron su voto en contra. Los inconformes argumentan que las reformas sólo son maquillaje y serán impugnables.
Que el presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, Moisés Schwartz, acudirá a la Cámara de Diputados para explicar cuál es el monto de las pérdidas en las cuentas de los trabajadores por la actual crisis financiera. Las malas noticias se reservaron para el jueves 16 de este mes, una vez concluido el puente de Semana Santa.
Que la diputada Layda Sansores se despidió ayer de su curul en San Lázaro para incorporarse de lleno al movimiento de Andrés Manuel López Obrador, y mientras un puñado de representantes de Convergencia y del PRD hizo un reconocimiento a la combatividad de la campechana, los diputados del PAN guardaron silencio, pero “en corto” celebraron la retirada de su más recalcitrante crítica a lo largo de dos años y medio de legislatura.
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