MÉXICO, D.F., 14 de mayo (apro).- Nadie podría desestimar lo que ha significado la emergencia sanitaria nacional e internacional por la aparición de un virus tan caprichoso y peligroso como el A/H1N1 y sus probables secuelas, incluso la posibilidad de que cambiemos nuestro estilo de vida para evitar una verdadera pandemia.
Pero éste no es el único y grave asunto; puede ocurrir que se aproveche para tender cortinas de humo sobre temas fundamentales, relacionados con la impunidad, el desprecio a la vida, el avance de las fuerzas conservadoras que han logrado que 11 entidades del país legislaran regresivamente en contra del derecho humano de interrumpir un embarazo.
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