miércoles, 10 de junio de 2009

Advertencias a la clase política

Editorial EL UNIVERSAL

Con un cargo oficial y relaciones de alto nivel todo es posible en México, desde fabricar culpables para tapar un crimen hasta hacer negocio a costa de la seguridad de niños ajenos. A donde volteemos, los grandes problemas de este país tienen beneficiarios, siempre pertenecientes —o cómplices— al poder político.

Vea si no la portada impresa del periódico de hoy. El gobierno federal pagará mil 500 millones de pesos a un grupo de ejidatarios cuyas tierras fueron expropiadas para construir un puerto industrial en Tamaulipas. Dicen los magistrados que no se “justificó” la utilidad pública del puerto. Como si no fuera obvio que 2 mil 500 millones de dólares en la zona, con su consecuente creación de empleos, es de interés público. Para entender el fallo hay que saber que los litigantes fueron el primer procurador panista, Antonio Lozano Gracia, y el controvertido líder, también panista, Diego Fernández de Cevallos.
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