miércoles, 10 de junio de 2009

¿Votar? Yo, sí

MARTA LAMAS

Dos fantasmas recorren las elecciones: el abstencionismo y la anulación del voto. Un detonador de estas opciones es el desprecio por la ciudadanía que suele caracterizar a quienes ejercen el poder. El desinterés por votar expresa: “¿Para qué votar, si nada va a cambiar, si no conozco a los candidatos, si no toman en cuenta mis necesidades y deseos?”. La anulación como protesta por la conducta de los partidos pretende transmitirles la indignación y el hartazgo ciudadanos ante sus transas, su desinterés y, finalmente, su ineficacia.
Un destello de debate público empieza a circular en los medios. La semana pasada, en una entrevista en estas páginas, José Woldenberg explicó por qué abstenerse o anular el voto no es el mejor camino para cambiar muchas de las prácticas partidistas que la ciudadanía repudia (Proceso 1700, del 31 de mayo). En entrevista con Carmen Aristegui, Rosalbina Garavito explicó sus razones para anular el voto mientras Octavio Rodríguez Araujo discrepaba. En la prensa, varios editorialistas han manifestado sus posturas y escriben “por qué no voy a votar” o “por qué sí voy a votar”. Y en la web ya hay blogs que llaman a anular el voto, y otros a votar por determinado partido.
Leer Nota AQUI