domingo, 14 de junio de 2009

Darse un tiro en el pie

Laura Bolaños Cadena

Pareciera buena idea dar facilidades para poner guarderías en manos de particulares. Cualquier ama de casa que cuente con vivienda con patio y garage puede ayudar a las madres trabajadoras de su barrio que no tienen con quién dejar a sus hijos mientras salen a ganarse el pan para ellos. Salen favorecidas las madres y las del negocito. Con pagar a dos o tres chicas que no requieren más estudios que secundaria; seguir el manual de instrucciones que proporcionan el IMSS o la SEDESO, y ya está. La instancia otorgante paga dos mil pesos mensuales por cada niño; la dueña del changarro hace las adecuaciones necesarias a la vivienda, se hace cargo de cuidados y comida de los infantes de siete y media de la mañana a seis y media de la tarde. Esta larga jornada permite a las madres dejar al nene antes de entrar al trabajo y recogerlo después de salir. Un poquito pesado el horario pero ya está. Solucionado el problema para las madres trabajadoras y la encargada se gana honradamente unos pesos. Supongamos una guardería con no más de treinta niños y tres cuidadoras. 60 mil pesitos al mes, menos 15 mil a las cuidadoras –si es que no les pagan el salario mínimo- y otros tantos en gasto de comida, le quedan a la dueña entre 25 y 30 mil mensuales, que no se gana en ningún otro trabajo.
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