En la reflexión pasada se comentó en este espacio que ahora que el país esta en crisis y que la situación es delicada para la población, los bancos y empresas debieran de comprometerse más y devolver un poco de lo mucho que los mexicanos les han dado.
Los bancos por ejemplo recibieron tras la crisis de 1995 algo así como 750 mil millones de pesos, equivalentes a 15 por ciento del PIB, o en pesos actuales, esto sería igual a 1.8 billones.
Pero a pesar de la ayuda recibida y de las millonarias utilidades que obtiene cada año la banca y que van aparar a sus holdings en el extranjero (Citigroup en EU, BBV en España, Scotiabank en Canadá o Santander España), no participan ni comparten esa riqueza con el país que les ha dado todo. Peor aún, el compromiso con el país se refleja en el escaso financiamiento que ofrece a los sectores productivos como proporción del PIB y que actualmente es de apenas 16 por ciento, muy por debajo del 48 por ciento que se obtenía cuando la banca era mexicana en 1994.
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Los bancos por ejemplo recibieron tras la crisis de 1995 algo así como 750 mil millones de pesos, equivalentes a 15 por ciento del PIB, o en pesos actuales, esto sería igual a 1.8 billones.
Pero a pesar de la ayuda recibida y de las millonarias utilidades que obtiene cada año la banca y que van aparar a sus holdings en el extranjero (Citigroup en EU, BBV en España, Scotiabank en Canadá o Santander España), no participan ni comparten esa riqueza con el país que les ha dado todo. Peor aún, el compromiso con el país se refleja en el escaso financiamiento que ofrece a los sectores productivos como proporción del PIB y que actualmente es de apenas 16 por ciento, muy por debajo del 48 por ciento que se obtenía cuando la banca era mexicana en 1994.