Gómez Mont y la debacle azul

Cananea…
• Juárez y la cadena de mando

Las necedades de cada hombre, mi estimado, son como la parodia de su sabiduría. De ambigua y tragicómica finaliza la accidentada semana que prende un foco rojo más en el tablero sindical con el fallo del tribunal colegiado en contra de la huelga de los mineros en Cananea que abre el espacio de la confrontación al trascender que las fuerzas federales entrarán a desalojar la mina justo en estos momentos de volátil ebullición.

Sobre todo cuando el sindicato encabezado por Napoleón Gómez Urrutia no será un blanco fácil en un territorio tan emblemático como Cananea, y que ha sido motivo de discordia y atropellos por parte de la empresa en colusión con las autoridades que demuestran el poderío de Germán Larrea, haiga sido como haiga sido.

Con esto se cierra un delicado círculo de traspiés, desórdenes, equivocaciones e incongruencias de este (des)gobierno y su PANdilla, acaecidas en un breve lapso pasando por las disculpas en corto con las familias de los jóvenes asesinados en Ciudad Juárez, que no fueron disculpas, sino precisiones según Gómez Mont, a las disculpas, ahora sí en público, de su jefe Felipe Calderón. (?)

Haciendo manifiesto ante el fascinado respetable que continúa fluyendo el río de información... incompleta entre el titular de Bucareli y el inquilino de Los Pinos en sintonía con los recientes acontecimientos que empujaron a Fernando, my friend, a (sacudir las aguas azules) renunciar a su militancia panista aunque reservándose (of course) las razones de tan simpática decisión.

Razones que en el corrillo de la política se conocen de sobra: el cacareado engendro electoral que obligó a la firma y al pacto de divertidos acuerdos en lo oscurito para que juntos, los gobernadores del PRI, Sor Beatriz y la PANdilla, sacaran el antifaz y con el cinismo que los distingue asaltaran a millones de mexicanos con el otro engendro, el fiscal, a cambio de evitar el matrimonio de conveniencia azul con las lacras amarillas en Oaxaca, Puebla, Estado de México e Hidalgo.

Lo verdaderamente kafkiano de este surrealismo es que entre los jilgueros del (des)gobierno, the spin doctors y los medios de intoxicación masiva no se abordara el tema de fondo… que hace palidecer las formas… en el sentido de que el titular del despacho de Gobernación, el encargado de los consensos y de dirimir conflictos haya empeñado su palabra prestándose al perverso juego electorero de su partido en el poder (del evidente no poder) y de su cada vez más alucinado jefecito para sacar al buey fiscal de la barranca. Y como la PANdilla y el gymboree (con minúsculas) recibieron instrucciones de no respetar el pacto, a Fernando Gómez Mont no le tembló la mano para firmar su carta de renuncia evidenciando la maravillosa fractura en el interior del blanquiazul que pasa por su segunda debacle después del tubazo ciudadano del pasado 2 de julio.

Lo divertido fue que salió… ¡el PRI! a defender el estoicismo y hombría de Gómez Mont, mientras la PANdilla y César Nava tropezaban con sus típicas carencias mentales todavía tumbados y con la cuenta de protección por KO del jab (no, no, golpe bajo) de Bucareli.

El dilema y epicentro del debate se adereza con varias cándidas preguntas (con música de fondo): ¿qué pasará con el secretario de Gobernación que ya no es miembro de tan selecta y disfuncional PANdilla…? ¿Le dará su dosis de flit Felipe…? ¿Es más confiable para el PRI —porque los amarillos valen madre— al aventar con decoro al nabo y sin escalas su destacada militancia…? ¿Es posible (Dios nos salve María) tener un secretario de Gobernación que no sea del partido en el poder (del no poder)…? ¿Estará Fernando esperando la oportunidad para enrollarse en la bandera de víctima y salir de Bucareli oliendo a rosas en su mar de estiércol y de denigrantes pactos en lo oscurito..?

¡Basta… ya basta!

Mientras se despeja el estupendo panorama en (des)Gobernación, los partidos en el DIA anunciaron que las alianzas van en por lo menos seis estados, al diablo con la ideología y los principios, mientras en Ciudad Juárez se les hace bola el engrudo con la genialidad de un mando único (y ¿la cadena de mando?) que coordine a las fuerzas federales –¿incluidas las armadas?— las estatales y a las municipales… labor que se antoja titánica ante el caos, la impunidad, la corrupción y el desorden.

Lo único relevante de tanto maniaco circo y pirueta presidencial es saber si este mando único o único mando, con nombre y apellido, no cumple con la tarea encomendada… sufrirá las consecuencias.

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