Del Milenio
Leticia cuenta que su cuerpo “se quedó sin luz” por tercera ocasión, pero en esta última creyó que podía morir en cualquier instante. Sus piernas se debilitaron, la respiración se le apagaba y su sangre comenzó a fluir sin cesar entre sus piernas.
Para la familia, el aborto repentino de Leticia resultaba inexplicable. La joven, de 24 años, aparentemente sana.
Parecía que Leticia deseaba un hijo. Abandonó su trabajo, evitaba subir y bajar escaleras, permanecía varias horas en cama, comía frutas y verduras, porciones específicas de carne blanca y tomaba, con puntualidad, todos los medicamentos recetados.
Sin embargo, en la décima semana de embarazo se practicó un legrado clandestino. Quedó lastimada y con el útero perforado. Tuvo que acudir a un hospital del sector salud, donde la salvaron de morir desangrada.
Leticia le tuvo que confesar a su familia que abortó porque su esposo Manuel, un hombre golpeador, se lo ordenó, pues los niños le parecen aborrecibles.
En vísperas de que en el Distrito Federal se aprobara la interrupción del embarazo antes de las 12 semanas de gestación, se practicaban de 800 mil a 2 millones de abortos clandestinos anuales, los cuales causaban la muerte de las mujeres por infecciones y perforaciones.
Además, la gran mayoría de los abortos clandestinos son detonados por agresiones sexuales, informó Beatriz Vázquez Valassi, del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Datos de la institución reportan que de los aproximadamente 2 millones 500 mil niños que nacen anualmente en el país, entre 450 mil y 575 mil son hijos de madres adolescentes de 11 a 19 años.
De esos embarazos, detallan, alrededor de 20 por ciento son producto de la violación sexual de parte de una persona cercana al entorno familiar.
Si una mujer solicita un aborto legal, las instituciones de salud pública tienen la obligación de realizar exámenes de embarazo, así como su interrupción, aseguró Vázquez
Además, afirmó, deben proporcionar información imparcial, objetiva y veraz sobre riesgos, consecuencias y efectos, asimismo, apoyos alternativos.
El aborto en México también es legal cuando el producto sufre malformaciones genéticas y la mujer vive en situaciones de pobreza extrema, detalló.
Actualmente, dijo, 13 estados consideran que los problemas congénitos son la primera causal de aborto.
Disparo
• “Leticia deseaba un hijo. Dejó su trabajo, evitaba esforzarse, permanecía varias horas en cama, comía sanamente y tomaba religiosamente sus medicamentos”.