Martí Batres Guadarrama
Objeciones de la Memoria
Hace 10 años en los muros de honor de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, en la primera legislatura, se inscribió en letras de oro la leyenda que dice: “En memoria de los mártires del movimiento estudiantil de 1968”.
Fue el entonces diputado Rigoberto Nieto, integrante de la bancada del Partido del Trabajo, quien hizo dicha propuesta ante el pleno de ese órgano de gobierno. Ese día, furiosos, fuera de sí, los legisladores del PAN y del PRI se opusieron escandalosamente a que se acordara colocar dicha inscripción.
El más agresivo de todos ellos fue el diputado Manuel Minjares, del Partido Acción Nacional. Pidió la palabra, se encaminó con solemnidad a la tribuna y desde ahí gritó: “¡Ésos no fueron héroes! Como tampoco son héroes muchos de los (nombres) que se encuentran en estos muros”.
El diputado Óscar Levín, del PRI, por su parte, se manifestó en contra de la propuesta porque aceptarlo, subrayó, “ofendía a las instituciones”. Los legisladores del Partido Verde Ecologista de México, “defensores de la vida”, también expresaron su rotundo rechazo. Fueron los legisladores del Partido de la Revolución Democrática, con el apoyo de la bancada del PT, los que votaron a favor de inscribir en letras de oro la citada leyenda. No está demás recordar que lo hicieron en medio de acusaciones, advertencias y maldiciones en su contra de parte de las otras bancadas.
Tres años más tarde, como integrante de la LVIII legislatura en la Cámara de Diputados, propuse que se inscribiera en letras de oro, en los muros de honor del Palacio Legislativo de San Lázaro, la misma inscripción.
Nuevamente los diputados del Partido del Trabajo apoyaron la idea. El único representante de Convergencia hizo lo propio. También su sumó algún solitario legislador del PRI. Pero la bancada del PAN, en bloque, rechazó la propuesta.
Vale la pena recordarlo porque aunque todos dicen hoy en día que 2 de octubre no se olvida, algunos francamente no quisieran que el recuerdo de este movimiento que despertó conciencias quedara en la memoria de la nación por siempre.
Por eso cuando ayer gritamos 2 de octubre no se olvida, lo hicimos también recordando que en México todavía hay presos políticos, todavía hay prensa vendida, todavía hay charros sindicales, y todavía hay fraude electoral. Por la libertad y la democracia, ¡2 de octubre no se olvida!
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