Jorge Eugenio Ortiz Gallegos
Acaso no hay medida para justipreciar el sentido de esta noche esplendorosa que ahora se repite en el recuerdo de aquel maravilloso nacimiento de Dios que, con el decir de Dante, "no desdeñó hacer de sí mismo una criatura, El, Autor Increado".
La noche y el día, la negrura y el esplendor, la imperfección y lo perfecto, el pecado y la gracia, el dolor y el gozo, la gloria eterna y la condenación sin final, el desconsuelo y la esperanza, el temor y la seguridad, el amor y el rencor, la grita y la ternura, la violencia y la dulzura, la guerra y la paz. ¡Qué contrastado conjunto de sentimientos para aprisionar el corazón de la humanidad en un lapso que viene a establecer eAl punto crucial de su destino!
Leer más...AQUI