jueves, 5 de febrero de 2009

Justificado ex-día de la ex-Constitución

María Teresa Jardí

Mi idea original era titular mi colaboración de hoy con la frase que contiene la pregunta de si todavía ¿tendrán sentido las constituciones? Mi primera respuesta es sí en la medida en que su origen puede ser vinculado a la firma del –virtual— contrato social con el que a final de cuentas —hipotéticamente— Rousseau y otros antes que él, plantearon los requisitos para posibilitar una mínima convivencia civilizada entre los gobernados y los gobernantes y a la inversa. Es decir, con el hecho de que las constituciones sirven para establecer la forma de pago a cambio de la cesión del poder, a unos cuantos, por la inmensa mayoría. Lo que entendieron los constituyentes mexicanos y de ahí que la de 17 fuera en su momento la más avanzada del mundo y tampoco estaban del todo mal sus antecesoras. Pero lo que de ella queda es un despojo a la medida de la derecha fascista que hoy incluso usurpa la cabeza del poder con la venia de todos los partidos que sólo representan a sus jerarquías.
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