Érika Ramírez
Trece familias emparentadas con magistrados, directores y jefes de unidad del Tribunal Superior Agrario son las principales beneficiarias del gasto corriente del órgano judicial. Las relaciones familiares representan un cargo al erario superior a los 23 millones de pesos al año. Además, los mismos mandos tienen autorizados autos de “lujo” para “apoyar las labores inherentes a su cargo”.
Magistrados, directores generales y jefes de unidad del Tribunal Superior Agrario (TSA) privilegian a sus familiares en el otorgamiento de cargos públicos dentro del organismo judicial, lo que contravendría la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos. Los puestos asignados por relaciones consanguíneas cuestan al erario 23 millones 290 mil 885 pesos anuales.
De acuerdo con el Directorio de los Servidores Públicos de los Tribunales Agrarios, por lo menos 13 funcionarios han beneficiado a sus familiares directos. El “nepotismo” al interior de este “órgano autónomo” significa el gasto de 1 millón 940 mil 885 pesos mensuales en salarios. Además, se les otorga, a cada uno, seguro de gastos médicos, seguridad social y prestaciones económicas como: prima vacacional, aguinaldo, ayudas de despensa, entre otras.
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