lunes, 30 de marzo de 2009

Un status quo laberíntico

Jorge Carrillo Olea

Mediante los Tratados de Teoloyucan, el 13 de agosto de 1914 se establecieron las bases para la disolución definitiva del ejército federal porfirista y la capitulación de la ciudad de México, lo que sucedió a la caída del gobierno de Victoriano Huerta y ante el triunfo del ejército de Venustiano Carranza.

El 11 de agosto el gobernador huertista de la ciudad de México, Eduardo Iturbide, acompañado de los ministros plenipotenciarios del Brasil, Gran Bretaña y Guatemala y los encargados de negocios de Estados Unidos y Francia, se trasladó al campamento de Obregón en Teoloyucan, estado de México, para acordar las bases para la rendición y disolución del ejército federal. Dos días después se firmó el tratado de disolución y capitulación.
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