Iván Restrepo
Nos equivocamos al creer que las autoridades responsables de garantizar la salud pública y la calidad de los recursos naturales (en especial el agua) habían actuado para evitar que Granjas Carroll, una de las más grandes empresas porcícolas del país, afecte negativamente a miles de personas y el medio ambiente.
Hace tres años publicamos aquí el malestar de la población de Perote, Veracruz, por la protección que las instancias oficiales de esa entidad daban a dicho negocio. Granjas Carroll se estableció hace 15 años en Perote por ser sitio ideal para la porcicultura: buen clima, cercanía al mercado del centro del país, mano de obra barata y facilidad para traer del exterior los insumos que se requieren para producir casi un millón de porcinos al año y mantener 40 mil pies de cría.
Leer Nota AQUI