Luis Javier Garrido
La decisión del gobierno de facto de Felipe Calderón de imponer a México el jueves 23 de abril una "alerta sanitaria" exagerada frente a la aparición del que en su origen se llamó virus de "influenza porcina", no ayudó mayormente a proteger la salud de los mexicanos, y luego de dos semanas la demagogia oficial ha entrañado graves consecuencias para el país, por lo que ante la inconformidad de diversos sectores el gobierno ha tenido que dar marcha atrás en su iniciativa.
1. El retorno a la "normalidad" de la vida colectiva fue decretado el lunes 4, echándose atrás luego de varios días de cuestionamiento sobre las cifras de las víctimas (el jueves 27 eran 149 muertos y ayer sólo 29), el carácter del virus, que se decía incurable y más tarde se reconoció que se cura, la inutilidad de las medidas de control social, y los estragos que las acciones del gobierno generaron a la vida económica.
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