- Que sí, que siempre sí hubo complot en 2006
Carlos Fernández-Vega
!Aleluya! Bienaventurados los tercos que todo ven color de rosa, que de ellos será el reino de la recesión. ¡Milagro!, porque algún rayo celestial logró abrirle los ojos al secretario de Hacienda, Agustín Carstens, quien por fin se dio cuenta –así sea en el discurso– de que la situación económica nacional está color de hormiga, y lo hace tras su obsesiva negación de lo que todos registran y padecen desde hace ya muchos meses.
Tal vez por decisión divina, el siempre festivo doctor "catarrito" cambió sus lentes oscuros por unos anteojos de alta graduación que, por fin, le permiten ver un poco más allá de la idílica versión oficial –por él mismo promovida, junto con el inquilino de Los Pinos–, de que la economía mexicana "es un navío de gran calado", "sólida" como el acero y con un futuro venturoso que de aquí a 40 años se convertirá "en la cuarta más poderosa" del planeta.
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