Detrás de la Noticia
En la economía este será el peor año de las dos décadas recientes. No hay un solo pronóstico confiable que sea siquiera moderadamente optimista. Salvo las palabras huecas del Presidente y su gabinete que se empeñan, sin argumento alguno, en decir que como ya tocamos fondo no nos queda sino mejorar en automático.
No es verdad. Porque cada vez los pronósticos oficiales han tenido que ser peores. No por voluntad propia, sino porque cada día les es más difícil negar la realidad. Así, las calificaciones del país se han venido derrumbando escandalosamente. Y ahora resulta que, en unos cuantos meses, el decrecimiento estimado ha venido de menos tres a un muy probable augurio de dos dígitos para llegar a menos 10 u 11.
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No es verdad. Porque cada vez los pronósticos oficiales han tenido que ser peores. No por voluntad propia, sino porque cada día les es más difícil negar la realidad. Así, las calificaciones del país se han venido derrumbando escandalosamente. Y ahora resulta que, en unos cuantos meses, el decrecimiento estimado ha venido de menos tres a un muy probable augurio de dos dígitos para llegar a menos 10 u 11.