domingo, 19 de julio de 2009

Los sueños sueños son

Rolando Cordera Campos

Suele olvidarse que la de Reagan y Thatcher fue una revolución que no sólo trastocó las relaciones sociales del capitalismo que emergió de las crisis y la Segunda Guerra, sino también la sensibilidad de las clases medias, en su mayoría trabajadoras, en consonancia con la "revuelta" de las elites que con oportunidad nos hablara Christopher Lasch. La demolición del mundo organizado del trabajo asalariado, de sus seguridades y protecciones labradas por la memoria de la gran depresión y la guerra, y expandidas al calor de la guerra fría, constituye un episodio central cuanto olvidado de estas mudanzas, debajo de las cuales estuvo y está la incesante innovación tecnológica y la competencia entre los capitales.
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