
Por tanto, los primeros consultados deberían ser los trabajadores porque se trata de su patrimonio. Recordemos que las leyes del IMSS y del ISSSTE hacen obligatoria la contribución obrero-patronal a una cuenta individual administrada por una Afore. Es equivalente a un impuesto que se entrega al sector privado que cobra mucho dinero para administrarlo.
Actualmente cobran entre 1.17 y 1.96% sobre el monto de la cuenta del trabajador con independencia de su nivel de rendimiento. Pero el problema no termina allí.