La muerte oficialmente anunciada, pero no comprobada por la desaparición del cadáver de Heriberto Lazcano, alias “El Lazca”, podría abrir una Caja de Pandora.
Lo que de confirmarse sería el golpe más importante al narco en el sexenio calderonista, también podría convertirse en un duro sacudimiento para algunos personajes políticos del circulo priista.
Algunos de ellos oriundos de Hidalgo. Otros originarios de Coahuila. El común denominador es que terminó por confirmarse que en ambos territorios operaba a discreción quien era considerado uno de los grandes jefes Zetas.
Y es que el líder fundador del grupo delictivo de Los Zetas es un ex militar de elite, entrenado en Estados Unidos pero oriundo de la comunidad de Acatlán, Hidalgo.
Heriberto Lazcano creció en la ciudad de Pachuca, capital del estado de Hidalgo. Vivió la primera década de su vida en una casa ubicada en la colonia el Tezontle, a tan solo unas cuadras de la 18 zona militar.
La cercanía a las instalaciones militares despertó su curiosidad y en 1990 se enlistó a las filas del Ejército Mexicano.
Pocos años después, producto de su determinación de servir al país, formó parte del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafes). Ahí recibió entrenamiento especializado de parte del comando Norte, en Virginia, Estados Unidos.
Fue en las entrañas de la élite militar en donde conoció a un grupo de jóvenes ambiciosos. Entre ellos, Arturo Guzmán Decena, quien para 1997 ya habría desertado de las filas castrenses.
Bautizado como “Z-1”, Guzmán Decena pasó a servir al capo Osiel Cárdenas Guillén, quien disputaba el mando del Cártel del Golfo, tras la captura de Juan García Abrego.
Con la encomienda de estructurar un “brazo armado” que proveería protección a Cárdenas Guillén y eliminaría a sus enemigos, Guzmán Decena invitó a 14 de sus ex compañeros militares: así nacieron “Los Zetas”.
Catorce elementos Gafes que desertaron del ejército para cambiar su uniforme color azul por ropas de civil e incursionar en el mundo del narcotráfico. Y con ellos se unieron decenas de compañeros bien entrenados.
Para el 2000, año en que Vicente Fox asumió la presidencia, el grupo de Los Zetas fungía como un “ejército privado” a las órdenes del Cártel del Golfo.
Un año después sucederían dos grandes sucesos. Uno, la fuga del Joaquín “El Chapo” Guzmán del Penal de Puente Grande. Y el otro, el juicio a los militares Jesús Gutiérrez Rebollo y Mario Arturo Acosta Chaparro, por presuntos nexos con el Cártel de Juárez.
El juicio a los militares se ejecutó a través del entonces procurador general de la república, Rafael Macedo de la Concha, otro prominente hidalguense.
Para el 2002, Arturo Guzmán Decena, investido ya como Z-1, había sido abatido en Tamaulipas por el Ejército.
El hecho dio lugar a que Heriberto Lazcano tomara un fuerte liderazgo dentro de la organización.
Tras la aprensión de Osiel Cárdenas Guillen en 2003, Los Zetas se fragmentarían ante la imposibilidad de aceptar el liderazgo de Antonio Cárdenas Guillén, alias “Tony Tormenta”.
Sin embargo, no fue sino hasta el 2006 cuando Los Zetas oficialmente se separaron del Cártel del Golfo y declararon la guerra a sus exaliados.
A lo largo del sexenio de Felipe Calderón, los de “La Letra” como también se les conoce a Los Zetas, tomaron mayor fuerza y acorralaron a un Cártel del Golfo debilitado en su liderazgo formal.
La organización mutó, e incursionó en todo tipo de actividades criminales en Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Veracruz, San Luis Potosí, Zacatecas e Hidalgo. Aterrorizaron a la ciudadanía, mostrando un grado de violencia nunca antes visto.
Coahuila, bomba de tiempo
Heriberto Lazcano, también apodado “El Verdugo”, habría operado desde distintos puntos del territorio nacional. Inclusive existen registros de su permanencia en el extranjero.
Pero como todo narcotraficante mexicano, su paraíso regional fue durante años su lugar de origen, el estado de Hidalgo.
Distintos medios de comunicación han dado a conocer que en la ciudad de Pachuca habitaban los familiares de Lazcano y el capo pasaba tiempo en diferentes regiones de aquel estado.
Consolidó en esa entidad su presencia operativa, hasta extenderse y controlar los 84 municipios hidalguenses.
Hidalgo nunca fue un corredor de importancia para el crimen organizado, tampoco una plaza con potencial de mercado.
Por ello, esta región gozó de cierta tranquilidad a lo largo de los años. Y por ello fue que el capo de Los Zetas asentó su principal operación en ese estado.
Sin embargo, la presencia de un líder de una de las más grandes organizaciones criminales difícilmente pasa inadvertida.
Pronto existieron indicios de su presencia y participación en la vida pública. Como la construcción de una iglesia en Pachuca, develada con una placa que testimoniaba la fe del capo. Y con ello también se despertaron la de presuntas relaciones de “El Lazca” con el círculo político estatal.
Sin embargo, ante la sospecha de las autoridades federales el misterioso capo hidalguense solía trasladar su centro de operaciones a distintos estados como Zacatecas, Veracruz, Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila.
Fue en el último estado en donde permaneció mayormente los últimos dos o tres años de su vida.
Con las habituales plazas del centro del país calientes, y librando una sangrienta batalla en Nuevo León, Tamaulipas y Veracruz con el Cartel del Golfo, Lazcano encontró cierta tranquilidad estratégica en la desértica región carbonífera de Coahuila.
Eran los territorios en los que operaba con relativa opacidad su principal comandante, Miguel Ángel Treviño Morales, alias “Z-40”.
Sin embargo, las tensiones al interior del grupo de los Zetas pronto empezaron a reflejarse. Treviño Morales habría estado acostumbrado a operar con mayor libertad, sin estar bajo la lupa de su jefe.
La situación se deterioro aún mas a la llegada del nuevo gobernador coahuilense, Rubén Moreira, hermano del exgobernador y dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira.
La administración de Rubén Moreira inicio una agresiva campaña en contra de algunos negocios que se prestaban al narcomenudeo como bares, “table dance”, palenques etc.
Además prometió en su campaña afrontar los delitos que mas lastiman a sociedad como la extorsión y secuestro.
La primera dama de Coahuila, Carolina Viggiano Austria, otra figura política hidalguense que fungía como diputada federal al momento de llegar a la casa de gobierno en Saltillo, condenó enérgicamente en campaña los delitos en contra de la trata de personas.
Viggiano Austria, quien fuera en 2005 coordinadora de la campaña de Miguel Ángel Osorio Chong al gobierno de Hidalgo, ahora funge como coordinadora de sociedad civil del equipo de transición del presidente electo Enrique Peña Nieto.
Fue en gran medida la determinación del nuevo gobierno de Coahuila de combatir estas actividades delictivas que terminaron por confrontar al líder fáctico de Los Zetas y a su principal comandante, el Z-40.
Miguel Treviño Morales pronto comenzó a tomar fuerza operativa, toda vez que los principales fundadores de los Zetas iban cayendo ante la justicia o eran abatidos.
Con una marca sin precedente, “El Z-40” y su hermano Alejandro Treviño Morales, alias el “Z-42” fueron asumiendo cada vez más el liderazgo de la organización en la región.
Aunque es incierto el contexto de la enemistad entre los dos capos, la firma Stratfor, especializada en inteligencia global, ha asegurado que un factor determinante para el choque de facciones fue la supuesta enfermedad terminal que Heriberto Lazcano sufrió en el último año de su vida.
Se posiciona “El Z-40”
El “Z-40” sacaría provecho del drama que vivía El Lazca, cada día menos involucrado en las operaciones, y se hiciera del mando principal de los Zetas.
La disputa por el poder al interior de “La Letra” y el poco orden en sus operaciones desataron una ola de violencia en el noreste del país.
Las voces de otros carteles se hicieron escuchar, al señalar que el “Z-40” era el responsable de cientos de muertos, decapitados, traiciones y atentados en su ambición por tener el respeto y el control de la organización.
Y desde hacía mas de seis meses, distintas líneas de inteligencia aseguraban que la base de operaciones del “Z-40” era Piedras Negras, Nuevo Laredo y Monterrey.
Por ello que el misterio y confusión que rodean la muerte de Heriberto Lazcano Lazcano, alias “El Lazca” o el “Z-3” desatara una ola de especulaciones.
Y también ha puesto en la mira el contexto de que más allá de las disputas del crimen organizado, los hechos ocurridos en Coahuila en los últimos meses podrían tener una connotación política.
Sobre todo en la perspectiva del asesinato del joven José Eduardo Moreira, hijo del ex gobernador Humberto Moreira, que sacudió a Coahuila y a la clase política nacional.
Y todo apuntaba a que el “Z-40” se encontraba detrás de su ejecución. El móvil principal habría sido una represalia por la muerte de un sobrino de Treviño Morales, y la probable captura o ejecución de su hermano Alejandro.
Desde su ejecución a manos de la Marina Armada de México hasta la desaparición de sus restos, el caso Lazcano se encuentra rodeado de irregularidades. Sobre todo desde la óptica federal.
Tras presuntamente ser abatido por la Semar la tarde del domingo 7 de octubre, después de una persecución que se origino en un partido de baseball cerca de Sabinas, Coahuila, los restos del máximo jefe fundador de Los Zetas fueron aparentemente rescatados por un grupo armado.
Los sicarios habrían ingresado a una funeraria en Sabinas, en donde no había seguridad federal, según señaló el procurador coahuilense Homero Ramos.
Los restos de los hombres abatidos por la Marina se esfumaron, algunos creen que el cuerpo de Lazcano fue entregado a familiares que lo reclamaron y posteriormente trasladado al estado de Hidalgo.
Algunos otros señalan que quienes hicieron entrega formal del cuerpo fueron las autoridades del estado de Coahuila, lo que no podría suceder sin antes haberlo sometido al peritaje reglamentario.
Sobre todo cuando se trata de un “objetivo de alto valor”, fugitivo federal e internacional, y la aprehensión mas significativa del sexenio calderonista.
Su muerte también ha sido cuestionada y puesta en duda por distintos sectores de la población civil.
Existen todo tipo de versiones, incluida la que afirma que realmente no fue abatido, que se entregó a las autoridades estadounidenses para pasar al programa de testigos protegidos, como lo habría hecho su colega el “Z-2”.
Incluso trascendió en redes como el Blog del Narco, usualmente bien informado de estos temas, que “El Lazca” no fue abatido por la Marina, sino que el mismo decidió quitarse la vida.
El mismo misterio que rodeó a uno de los fundadores clave de Los Zetas en vida, lo rodea después de su supuesta muerte.
Es el mismo misterio que rodea las casualidades de tiempo, lugar y forma en que estallaron distintos hechos, políticos y del crimen organizado, que hoy esperan respuesta.
EL MAUSOLEO YA ESTÁ LISTO
Por Raúl Tortolero
Por Raúl Tortolero
El panteón que el propio “Lazca” mandó construir como su última morada, estaba desértico ayer. El lugar luce una característica cruz de metal plateado de unos tres metros de alto y con bordes redondeados
El mausoleo que Heriberto Lazcano Lazcano, líder de Los Zetas, ordenó construir para sí mismo en el panteón de San Francisco, a unos pasos de la Zona Militar 18 en Pachuca, Hidalgo, está no tiene visitas. Luce desértico. No hay nadie ahí. Ni el cadáver de Lazcano, quien hoy se supone oficialmente muerto según la Marina-Armada de México.
El monumento es de unos tres metros de alto, con una característica cruz de metal plateado con bordes redondeados.
El estilo es igual al que luce la iglesia que “El Lazca” o “El Verdugo”, mandara edificar en la colonia Tezontle y que ayer aparecía tan poco concurrida como un día cualquiera.
No hay familiares, amigos, conocidos, ni vecinos en el mausoleo ni en la Iglesia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, ubicada en el cruce de las calles Ocote y Nogal, en la colonia Tezontle.
Nadie llora por el capo supuestamente muerto cuya generosidad, en forma de dinero, dotó a esta colonia de clase popular de un sitio para rezar.
Fuentes militares de la Zona 18 tienen una explicación, que ofrecen fuera de grabación a Reporte Indigo.
Las instalaciones militares están solo a unos metros tanto de la Iglesia construida por El Lazca, como del panteón con su lujosa tumba.
Para empezar, hace ya tiempo que la familia de El Lazca -oriundo de un pueblo cercano llamado Apan, pero adoptado desde niño como pachuqueño-, no vive en la colonia Tezontle, donde creció el supuestamente extinto líder de Los Zetas.
“Ya no viven aquí sus familiares, como es lógico. Eso es un mito. Por eso es que usted no ve a nadie en su tumba ni en la iglesia de la colonia. No tendría sentido venir a enterrarlo a donde no tiene ya ni un familiar”, dice un alto mando militar que lleva tiempo operando en Pachuca.
Además, dice, nadie está realmente seguro de que El Lazca esté muerto. “Nosotros no tenemos la seguridad de que así sea”, reconoce.
Cuando se le pregunta si el padre de “El Lazca” fue militar, lo niega: “Eso no es cierto y es otro mito más”. Lo que sí es cierto, añade la fuente castrense, es que “la iglesia sí la pagó él, pero nomás la parte nueva, la reconstruida, no la parroquia chica que está junto, a donde sí va la gente a orar”.
Reporte Indigo visitó la iglesia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos. Efectivamente, la parte nueva, y que anteriormente tuvo una placa que agradecía el patrocinio de El Lazca, estaba cerrada.
Y la pequeña y bonita parroquia adjunta, abierta. Pareciera una metáfora: no se puede comprar el cielo.
Las calles adyacentes a ese templo, de la colonia Tezontle, estaban ampliamente vigiladas por todos los frentes, a ambos lados, y por la entrada principal.
Puestos de un tianguis fuera de la escalinata frontal, como el de una señora, vigilaban también celosamente a los reporteros.
Dos hombres se acercaron al vehículo de Reporte Indigo en actitud intimidante y tomaron nota de las placas. Se sentía un ambiente agresivo contra los visitantes. Parecía como si la gente de El Lazca resintiera el golpe de la noticia de su presunta muerte.
Sin embargo, los militares reportaron que todo estaba en calma, que no se había registrado ninguna novedad ni ninguna caravana luctuosa en torno del capo fue vista pasar ni en la colonia Tezontle, ni en ningún otro punto de Pachuca.
Comentaron además que no era peligroso, supuestamente, caminar por las cercanías de la iglesia o del panteón, que todo estaba en orden.
¿Nadie lloró por Lazcano?, se le pregunta a otro militar. Y responde: “No se llora por quien no se sabe si ya murió”.
No hay familiares, amigos, conocidos, ni vecinos en el mausoleo. Tampoco en la iglesia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, en el cruce de las calles Ocote y Nogal, en la colonia Tezontle de Pachuca
No se llora por quien no se sabe si ya murió”.
Dudan de la muerte de “El Lazca” en redes sociales
En torno a la supuesta muerte de Heriberto Lazcano han surgido muchas interrogantes vertidas en las redes sociales, en las últimas horas.
La primera de ellas es si el asesinato de José Eduardo Moreira Rodríguez, hijo de Humberto Moreira, ex líder nacional del PRI y ex gobernador de Coahuila, está directamente relacionado con la muerte de Lazcano.
La segunda pregunta que se hizo la ciudadanía en Twitter y Facebook es cómo es posible que un supuesto “comando” haya podido robar el cuerpo de Lazcano de una funeraria en Coahuila.
La Marina habría entregado el cuerpo al Ministerio Público, pero esto no tendría ningún sentido, ya que al Lazca se le buscaba por delitos federales, como lo son el tráfico de drogas y el lavado de dinero, y no solo del fuero común.
La incredulidad sobre si realmente está muerto “El Lazca” fue ampliamente expresada en los foros sociales.
Como antecedentes de otros capos de cuya muerte igual se dudó en su momento se alude a Amado Carrillo, alias el Señor de los Cielos, líder del Cártel de Juárez.
También aludían a Nacho Coronel, uno de los tres líderes del Cártel de Sinaloa, muerto supuestamente en Zapopan, Jalisco, y a Nazario Moreno, alias El Chayo, líder de La Familia, cuyo cuerpo habría sido supuestamente derruido por el fuego y las balas al grado de quedar irreconocible. Tal vez, convenientemente irreconocible.
En varios de estos casos cabe recordar que la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), ha salido a confirmar las muertes de forma apresurada, con lo que sólo aumenta el sentimiento de que los capos fueron acogidos a un programa de testigos protegidos en ese país.
Otra duda en las redes sociales ha sido que en ninguna de las dos fotos de Lazcano muerto luce como un cadáver. Según decían, parece que el capo hubiera posado para la cámara, quedándose quieto un momento.
No hay imágenes de los balazos, de un cuerpo herido por las balas que lo habrían asesinado, como sí las hubo de Arturo Beltrán, alias El Barbas, muerto en Morelos.
Limpian en 33 días el camino a "El Z-40"
En un mes la Secretaría de Marina Armada de México logró cinco capturas que son clave en el noreste del país, pero todas benefician únicamente a un hombre: Miguel Ángel Treviño Morales “Z-40”.
Desde el 4 de octubre hasta el 7 de septiembre, la Semar acabó con las dos cabezas del El Golfo, que son enemigos naturales del segundo en el orden jerárquico de Los Zetas.
Pero también la Marina acabó con tres Zetas que le hacían sombra, o que eran nuevos enemigos de “El Z-40”, y que estaban dentro de la misma organización criminal.
El primero de El Golfo es Mario Cárdenas Guillén alias “El Gordo”, hermano de Osiel y cabecilla moral del grupo criminal que fue aprehendido el 4 de septiembre.
A los cuatro días de esa detención, la misma Marina detuvo a Jorge Eduardo Costilla Sánchez “El Coss”, el operador líder del Cártel del Golfo y quien fue siempre el brazo derecho de Osiel.
Pero luego la Marina detuvo a dos y mató a otro Zeta. Los tres eran la única barrera entre Treviño Morales y el máximo poder dentro de la agrupación delincuencial.
El 26 de septiembre la Marina detuvo a Iván Velázquez Caballero “El Talibán”, cabecilla en San Luis Potosí y en Zacatecas, que se había rebelado contra el “Z-40” por considerarlo traidor.
Y luego, el 6 de octubre a Salvador Alfonso Martínez Escobedo alias “La Ardilla”. Y al día siguiente la Marina abatió a el máximo líder de Los Zetas, a Heriberto Lazcano “El Lazca”.
Un mes y tres días exactamente, para que la Semar detuviera a cuatro enemigos o integrantes molestos de la organización para Treviño Morales.
Y claro, además el quinto hombre, la muerte del máximo líder del grupo, baja que ahora deja a Treviño Morales “Z-40” como el número uno de la agrupación delictiva.
Si la Marina no detiene en los próximos días a Treviño Morales “El Z-40”, le habrá limpiado el camino.
'El Judas'
A Miguel Ángel Treviño Morales “El Z-40” lo acusan dentro de su propia organización como traidor y esto podría empeorar ahora con la muerte de “El Lazca” en Coahuila.
De hecho, el rompimiento del último año dentro de Los Zetas es el resultado de esa acusación.
Porque miembros de ese grupo, entre ellos Iván Velázquez Caballero “Z-50”, acusaron a Treviño Morales de dar información a las autoridades para la detención de enemigos, pero también de integrantes de la misma organización que le hacían sombra.
Desde octubre de 2011, hace un año, Reporte Indigo publicó cómo Velázquez Caballero acusaba de traidor al “Z-40” a través de mantas y de un video que subió a You Tube una célula a su mando.
Incluso, culpa a Treviño Morales de las detenciones de varios de sus compañeros.
Considera que el segundo en la cadena de mando de Los Zetas traicionó a Efraín Teodoro Torres “El Z-14”, asesinado en 2007 en Veracruz.
Pero además, que delató a otros mandos de Los Zetas, como Jaime González Durán, “El Hummer”, en noviembre de 2008, y Enrique Rejón Aguilar, “El Mamito”, en agosto de 2011.
CINCO ENEMIGOS DE ‘Z-40’ EN UN MES
— 4 de septiembre
Presentan a Mario Cárdenas Guillén “El Gordo”.
Líder moral del Cártel del Golfo.
— 12 de septiembre
Detienen a Jorge Eduardo Costilla Sánchez “El Coss”.
Máximo operador de El Cártel del Golfo.
— 26 de septiembre
Aprehenden a Iván Velázquez Caballero “El Talibán” o “Z-50”.
Líder de Los Zetas en San Luis Potosí y Zacatecas.
— 6 de octubre
Cae preso Salvador Alfonso Martínez Escobedo “La Ardilla”
Cabecilla de sicarios de Los Zetas en Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila.
— 7 de octubre
Muere en un enfrentamiento Heriberto Lazcano “El Lazca”
Máximo líder Zeta y único superior jerárquico de “Z-40”
'FUERTES INDICIOS, FUERTES SOSPECHAS'
Ante la versión de la muerte y desaparición del cuerpo de Heriberto Lazcano Lazcano se ha desatado una serie de dudas y críticas en todos los medios y las redes sociales.
La versión inicial oficial de la Secretaría de Marina dice que el personal naval fue agredido con granadas al circular en vehículos oficiales. El Procurador de Justicia de Coahuila dijo en su comunicado de hoy que los abatidos comenzaron a disparar mientras se daban a la fuga cuando los elementos de la Marina les marcaron el alto. ¿Estaban marcando el alto los marinos o fueron agredidos mientras se encontraban patrullando? ¿Les lanzaron granadas, o les dispararon?
¿Por qué si el operativo comenzó a la 1:30 de la tarde se informó al Ministerio Público hasta las 6:05 de la tarde? ¿Qué mas sucedió en ese tiempo?
¿La toma de fotografías de la cara y cuerpo, huellas digitales y demás medidas de identificación se hicieron en Progreso, o en la Funeraria en Sabinas?
¿Por qué seguía el cuerpo en la funeraria si los Servicios Periciales ya había elaborado una necropsia, según el procurador de Justicia Homero Ramos?
¿Por qué si en la mañana del lunes ya se había registrado el robo del cuerpo del Lazca la Marina no lo dijo en su comunicado pero sí se adelanto a decir que había fuertes indicios de que se trataba de El Lazca aunque esa información (a diferencia de la información del robo del cuerpo) no estaba confirmada?
¿Por qué el cuerpo no fue resguardado por la autoridad para evitar su robo?
¿Por qué el propietario de la funeraria esperó hasta las 8:05 de la mañana del lunes para dar aviso del robo de los cuerpos que sucedió entre la 1:00 y 1:30 de la mañana?
¿Por qué la información presentada sobre el cuerpo del hombre señalado como El Lazca no cumple las características de altura y año de nacimiento que la DEA proporciona para dicho sujeto?
1- Lazca disfrutaba de un juego de béisbol el domingo 7 de octubre al rededor del medio día el Progreso, Coahuila.
2- Ciudadanos anónimos hacen diversas denuncias de personas armadas en el lugar.
3- A las 13:30 de la tarde se procede a efectuar un patrullaje por el área para verificar las denuncias
4- Los marinos observaron a sujetos sospechosos, al marcarles el alto hicieron caso omiso y dándose a la fuga comenzaron a disparar.
5- El personal naval al circular en autos oficiales fueron agredidos con granadas, por lo cual se procedió a repelar la agresión.
6- El sospechoso que conducía el vehículo perdió la vida, el otro agresor descendió del vehículo y fue abatido a 300 metros.
7- A las 6:05 de la tarde la Marina informó al Ministerio Público del enfrentamiento y señaló que 2 civiles habían resultado muertos.
8- El Ministerio Público encontró en el vehículo un lanza cohetes, dos granadas, armas y municiones. Identificó a uno de los fallecidos como Mario Alberto Rodriguez.
9- Un informante oficial indicó que antes de llevarlo a la funeraria en Sabinas “los marinos practicaron todos los procedimientos de rigor.
10- Los sujetos fueron llevados a la Funeraria García, en Sabinas donde tomaron sus huellas digitales y elaboraron la necropsia.
11- Entre la 1:00 y 1:30 de la mañana del lunes se presentó a la funeraria un comando y obligaron al propietario a conducir el vehículo.
12- El propietario de la funeraria notificó al Ministerio Público del robo de los cuerpos a las 8:05 de la mañana del lunes.
13- La Marina dice el lunes que dos delincuentes fueron abatidos el domingo y que hay fuertes indicios que uno de ellos es “El Lazca”.
14- En la noche del lunes Joaquín López Dóriga twitea que ya no se cuenta con el cuerpo ya que fue entregado a “familiares”.
15- El martes la Marina comunicó: “Al realizar una búsqueda en las bases de datos dactilares de las huellas de los dedos pulgar, índice y medio, tomadas de la mano derecha de uno de los criminales abatidos, se obtuvieron los siguientes datos demográficos:
NOMBRE: LAZCANO LAZCANO HERIBERTO
AÑO DE NACIMIENTO: 1975
SEXO: MASCULINO
ESTATURA: 160CM.
AÑO DE NACIMIENTO: 1975
SEXO: MASCULINO
ESTATURA: 160CM.
DIVIDE A LEGISLADORES
Por Armando Estrop
Por Armando Estrop
La todavía dudosa muerte del narcotraficante Heriberto Lazcano alias “El Lazca”, dividió la opinión de los legisladores en el Congreso de la Unión.
No hubo una voz en unanimidad celebrando a las autoridades. Fueron dudas, reproches, y la sombra de que siempre que se trata de un capo de esa envergadura, algo les sale mal a las autoridades.
Lo que hubiera podido provocar unidad y júbilo generó declaraciones dispersas o evasivas por la falta de certeza de que realmente la Marina haya abatido al líder de Los Zetas.
El coordinador de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones, dijo que por el momento solo queda guardar la esperanza de que un futuro operativo como en el que presuntamente muriera el líder de Los Zetas, sea sin violencia y con mejores resultados.
“Confío en que los esfuerzos del gobierno federal, en coordinación con los gobiernos estatales, nos generen muchos más éxitos que lo que hoy hemos tenido en la captura de delincuentes, que tanto daño le han hecho a la sociedad.
“Como también estoy esperanzado que en un futuro, todas estas operaciones se lleven a cabo sin generar más violencia, que ya nos tiene cansados a los mexicanos”, señaló.
Omar Fayad, destacó que hay una responsabilidad compartida entre la Procuraduría General de la República y la Secretaría de Marina por no contar con el cuerpo del capo supuestamente asesinado.
“Creo que existe una responsabilidad compartida de todo el gabinete de seguridad nacional, pero fundamentalmente de quien tiene a su cargo la persecución de los delitos. A quien hay que exigirle información oficial sería a la autoridad que se encarga de perseguir los delitos y de hacer las investigaciones técnicas y criminalísticas.
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