Mientras elespurio daba, sobre un estrado, detalles de lo que “será el mayor desarrollo turístico de los últimos 25 años”, una activista de Greenpeace se paró frente a él, desabotonó la gabardina negra que cubría su blanca piel y su bikini negro, y levantó una pancarta que decía: “No al turismo depredador” (de Roberto Hernández Ramírez, acusado por los POR ESTO!, desde 1997, de vínculos con el narcotráfico)
Mientras el espurio Felipe Calderón daba, sobre un estrado, detalles de lo que será el mayor desarrollo turístico de los últimos 25 años, una activista de Greenpeace se paró frente a él, desabotonó la gabardina negra que cubría su blanca piel y su bikini negro, y levantó una pancarta que decía: “No al turismo depredador” (de Roberto Hernández Ramírez, acusado por los POR ESTO!, desde 1997, de vínculos con el narcotráfico).Kathary Mariño, militante de la organización no gubernamental, había tomado asiento en las filas cercanas al presídium, conformado por funcionarios del gobierno espurio, representantes de empresarios y cuatro gobernadores.
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