martes, 16 de septiembre de 2008

¿Qué es un porro?

Por Juan Miguel Reyes Guerra


Bruno Espejel, dirigente fundador de varias organizaciones porriles, se define de la siguiente manera: "Un porro es aquel que pagan las autoridades para controlar el movimiento estudiantil: les garantizan impunidad, escolaridad y hasta proyección". (El Norte, 10 de junio 2007)

Los porros surgieron en los años sesenta ligados a los equipos de futbol americano para enfrentar al movimiento estudiantil en varias escuelas de la UNAM y del IPN. Desde entonces han operado bajo el patrocinio de autoridades universitarias, federales y locales como grupos de choque contra los estudiantes. En un principio estaban vinculados al PRI, pero con la "transición democrática" también encontraron apoyo en el PRD, PAN y PT.

La más antigua organización porril, la Federación de Estudiantes Politécnico, fue fundada por Torres Saavedra, a quién le pagaba la Policía Judicial y la Dirección Federal de Seguridad. Durante décadas, Torres Saavedra ha sido funcionario del IPN, director de secundarias técnicas y funcionario del PRI-DF. Al frente de la FEP también han estado Saúl Molina Montes de Oca (ex diputado del PRI), Guillermo Torres Saavedra (ex asambleista del PRI) y Ángel Isaac Ochoa Pérez (Secretario General adjunto del PRI-DF). El líder porro Osvaldo Cortes Sandoval es amigo personal de Beatriz Paredes y del ex director del IPN Diódoro Guerra Rodríguez, y ha cobrado como funcionario en distintas dependencias del IPN. (Revista Contralinea, noviembre 2003)

La Organización Democrática de Estudiantes ha sido dirigida por Fidel Pérez Hernández, Rubén Ponce, Jorge Otero, Leonel Luna, Roberto Álvarez y Vicente Ocaranza, todos empleados de la Comisión Nacional del Deporte (CONADE). (La Jornada, 19 de octubre de 2000)

José Antonio Ruiz Maya dirige a los 400 porros de la Federación de Estudiantes de Naucalpan, es amigo personal de la actual directora del CCH Naucalpan Angélica Galnares Campos y durante los ataques al plantel que encabezó en 2004 y 2005 contó con la protección de las autoridades del plantel, de la policía municipal y de la presidenta municipal del PAN Angélica Moya, quién mandó golpear y arrestar a los estudiantes que protestaron contra el porrismo.

El PRD no se queda atrás. Bruno Espejel es fundador de la ODET y actualmente dirige la Fraternidad Estudiantil Metropolitana, fue diputado federal por el PRD en la LVII legislatura y ha llevado a contingentes de porros a apoyar los actos de López Obrador, incluido en plantón en Reforma. (El Norte, Op. Cit.)

Tras el movimiento estudiantil de 1999-2000 arreció la presencia de porros en las distintas escuelas de la UNAM.

El porro Carlos "N" confiesa que durante la huelga de los estudiantes "las autoridades universitarias, el director y otros funcionarios, nos pidieron ir a la Prepa 3 para mandar a la goma a esos cabrones; a cambio nos ofrecieron certificados o pase directo a la Universidad. Esa vez las cosas se salieron de control y se armó la bronca. Las autoridades de la UNAM nos pagaron 300 pesos a cada porro… Seguido nos usan para otros trabajitos parecidos. La idea es actuar como grupo de choque contra los activistas, quitarles los cubículos y ganar los consejos técnicos y universitario." (La Jornada, 6 de junio 2004)

En el CCH Sur actúa el Grupo Estudiantil del Sur (GES), formado a la llegada de Rito Terán como director. Este grupo delinque cotidianamente en el plantel, incluso un estudiante fue asesinado en 2002. La comunidad de este plantel ha realizado varias movilizaciones para exigir la expulsión de los porros. Sin embargo, como ocurre en otras escuelas, cuando los alumnos agredidos presentan denuncias penales en contra de porros, abogados del departamento Jurídico de la UNAM asesoran a los agresores para presentar demandas contra las víctimas y así invertir los papeles, por lo que éstas terminan por desistir de sus denuncias.

El Grupo 3 de Marzo surgió hace 16 años en el CCH-Vallejo como asociación "cultural y deportiva". Originalmente vinculado al Frente Juvenil Revolucionario del PRI, muy cercano a Roberto Madrazo, el 3 de Marzo amplió sus relaciones a personajes del PRD en las delegaciones Gustavo A. Madero y Azcapotzalco. En diciembre del 2003 agredieron a la comunidad durante un concierto de apoyo a las comunidades zapatistas.

El grupo Apocalipsis de la Facultad de Derecho fue encabezado por el consejero técnico Joaquín Dávalos (hijo de José Dávalos, ex director de esa escuela y ex secretario del Trabajo) y ha recibido apoyo de la dirección. En el 2002 este grupo quemó los cubículos de los activistas y dejó un mensaje con la firma "Opus Dei".

Según el profesor y abogado Juan de Dios Hernández, "todos los grupos de porros, además de que se coordinan, tienen un modus operandi definido. Hay un cuerpo de abogados de la Facultad de Derecho y de la FEDA de Acatlán que los orientan frente al Ministerio Público cuando son detenidos. Los abogados de la UNAM, cuando se presentan a apoyar a los estudiantes que denuncian, lo hacen con tal laxitud y falta de técnica jurídica que abren la puerta a la impunidad". (Ibidem)

La prensa también es cómplice

Algunos periódicos cierran la pinza de la represión y la impunidad. Su tarea es confundir a la opinión pública acusando a las víctimas de ser los agresores. Así, cuando la comunidad, cansada de las agresiones y la complicidad de las autoridades, decide manifestarse contra los porros, aparecen reporteros mercenarios acusando a los manifestantes de ser ellos los porros.

Por ejemplo, con motivo de un reciente ataque en el CCH-Sur, el libelo Crónica alegó que se trató de un conflicto entre dos pandillas, "los porros" y "los activistas", mientras que el pseudo periódico El Universal reportó un enfrentamiento entre dos bandas "los porros" y "los cubos" (aludiendo a los cubículos donde se reúnen los estudiantes organizados).

Sus mentiras no se deben a falta de información. Saben muy bien quiénes y qué son los porros, aunque nunca los denuncian. Su objetivo es exactamente el mismo que el de los porros y los funcionarios que los apoyan: impedir que los estudiantes organicen círculos de estudio, discutan, critiquen al gobierno y a las autoridades universitarias, realicen actos políticos y se solidaricen con las luchas sociales.

Felizmente, no han conseguido su objetivo.