Incapaz de cumplir sus deberes para con los ciudadanos, el gobierno federal se ha refugiado en una delirante fantasía.
Así ha quedado en evidencia tras la primera reunión evaluatoria del festinado pero inútil –según se ve por los resultados– Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, impulsado por el régimen, con sus posteriores cuestionamientos y vergonzantes rectificaciones a las cifras proporcionadas.
Por Jorge Lara Rivera
Es claro que para sostener aquélla, ducho como demostró ser en alquimia de cómputos durante el accidentado proceso electoral con que se hizo del poder, el régimen panista se aplica a las cifras alegres.
Por ejemplo, con bombos y platillos anunció en la referida reunión el cumplimiento de buena parte de los compromisos adquiridos de cara a la Nación, sin que los resultados hayan sido percibidos por la gente, organismos de la sociedad civil y los simples individuos de calle en estos cien días de generalizada flagrancia sanguinaria e impunidad, los más violentos que ha vivido el país en su historia posrevolucionaria.
A mayor abundancia al respecto, diversas organizaciones de la sociedad civil e instituciones de educación superior reportaron que tras evaluar diez aspectos del total de setenta y cuatro puntos del Acuerdo Nacional por la seguridad, la justicia y la legalidad, sólo cinco parecen cumplidos.
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