Manuel Bartlett Díaz
México enfrenta una crisis económica profunda y simultáneamente otra de seguridad nacional, en ambas sometido a intereses extranjeros.
Al regreso de la cumbre del G-20 en Londres, el secretario de Hacienda afirmó: "México fortalece su papel de líder en el replanteamiento y la reconstrucción del orden financiero internacional", y nos presume la obtención de un crédito del Fondo Monetario Internacional reservado a países "con fundamentos económicos y en un marco de políticas sólidas y un gran compromiso con el crecimiento y la estabilidad económica".
En realidad es parte de una cuantiosa Línea de Crédito Flexible, autorizada para apoyar a países con problemas de balanza de pagos por la pérdida de flujos de capital externo y a la banca y sectores corporativos. ¿Pagará el gobierno por ellos?
En la declaración final de Londres se felicita a México por su decisión de solicitar dicho crédito y nos presentan como ejemplo para animar a otros porque en una oferta anterior, en octubre, ningún país aceptó.
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