domingo, 5 de abril de 2009

Obama. Con Bin Laden en el Bolsillo

Una vez mas Obama el vendedor de ilusiones llega a Europa con el viejo y desgastado truco del terrorista y Al Qaeda, el mismo truco de Bush para manipular la información y las invasiones del ranchero hipócrita. Obama con su eterna sonrisa busca sacar adelante a su país, presa de la desregulacion que apenas empieza a acotar, a cuentagotas, pero también de los vivales financieros que aprovechando el excesivo gasto de la guerra norteamericano vivieron la jauja del negocio de la muerte. Obama amenaza a Europa con atentados si no trabajaban en Afganistán, donde la OTAN usa de tiro al blanco a los civiles, mientras un hipotético Osama Bin Laden sigue vuelto ojo de hormiga. Etéreo ex socio de Bush en negocios petroleros, es hoy el mito para forzar un relanzamiento de la invasión en Afganistán ¿Lograra Obama revitalizar su pais con el mismo truco del miedo? Ojala no lo pueda hacer, aunque esto signifique la caída de Norteamérica y nosotros con ellos por nuestra dependencia al mercado gringo, que ya es toxico para el mundo.



Rebelion. El terror como instrumento del imperio: "Bueno, lo que sigue es un enfoque puramente hipotético que podríais probar. Azuzáis y provocáis a grupos extremistas violentos para que tomen represalias por vuestros ataques, invasiones e incursiones asesinas de civiles en sus territorios. Al no poder enfrentar directamente vuestra maquinaria bélica – la mayor, más avanzada, fuerza militar en la historia del mundo, sustentada por un tsunami de dineros públicos que cada año sobrepasa los gastos militares del resto del mundo – reaccionan naturalmente con operaciones “asimétricas”. Al principio, van dirigidas contra objetivos cercanos: vuestras líneas de aprovisionamiento, las fuerzas de vuestros testaferros y aliados locales, y otras depredaciones que llevan al caos en las regiones del grupo, con la intención de estropear vuestras líneas de control y de expulsaros. Con la misma naturalidad, aprovecháis esos ataques para justificar una presencia militar aún mayor en sus regiones. El ciclo progresa inevitable e inexorablemente hacia arriba y hacia afuera, hasta que finalmente los extremistas atacan vuestra tierra natal – sea con vuestra complicidad, con vuestra aquiescencia oculta o, en todo caso, con vuestro conocimiento previo de que es seguro que un ataque semejante tenga lugar. Es el momento que habéis esperado; es exactamente lo que queríais. Ahora podéis volver a fustigar a la manada hacia un frenesí marcial, continuar la Larga Guerra, y dejar de lado los deseos miserables, limitados, de una vida pacífica y próspera en casa, de la chusma preocupada de sus propios asuntos."