Desde Costa Rica
SAN JOSE, Costa Rica, 28 de junio (AP/AFP) _ En pijamas, sin calcetines y con la dignidad maltrecha, el presidente hondureño Manuel Zelaya lanzó un llamado a los militares de su país para que respeten la vida de sus familiares y amigos, al reconocer pocos contactos con Tegucigalpa debido a cortes de luz y persecusión a sus allegados.
``Espero que los militares rectifiquen, le pido a la prensa que desde sus tribunas pidan a las fuerzas militares que garanticen la vida de familia y amigos y que respeten la dignidad... piensen en ustedes mismos, porque están violentando sus propios derechos y los del pueblo hondureño’’, dijo Zelaya.
Reconoció que ha tenido dos o tres contactos con allegados que se encuentran en casas particulares pero no ocultó su preocupación por ellos. ``Mi familia sigue en Tegucigalpa... Los grupos militares fuertemente armados irrumpieron en mi casa como a las 5 de la mañana, hubo resistencia de mi guardia personal, hubo gritos y disparos. Mi hija estaba y por eso decidí salir, como andaba, con la ropa que tenía puesta... todavía ando sin calcetines ni ropa interna’’, expresó el gobernante, e insistió en que ``fui secuestrado con violencia y brutalidad, esto es un retroceso de 40 ó 50 años, a la época de las dictaduras’’.
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``Espero que los militares rectifiquen, le pido a la prensa que desde sus tribunas pidan a las fuerzas militares que garanticen la vida de familia y amigos y que respeten la dignidad... piensen en ustedes mismos, porque están violentando sus propios derechos y los del pueblo hondureño’’, dijo Zelaya.
Reconoció que ha tenido dos o tres contactos con allegados que se encuentran en casas particulares pero no ocultó su preocupación por ellos. ``Mi familia sigue en Tegucigalpa... Los grupos militares fuertemente armados irrumpieron en mi casa como a las 5 de la mañana, hubo resistencia de mi guardia personal, hubo gritos y disparos. Mi hija estaba y por eso decidí salir, como andaba, con la ropa que tenía puesta... todavía ando sin calcetines ni ropa interna’’, expresó el gobernante, e insistió en que ``fui secuestrado con violencia y brutalidad, esto es un retroceso de 40 ó 50 años, a la época de las dictaduras’’.