Praxedis Lescrenier
Dos formas diferentes y un solo golpe de estado. El reciente golpe de estado en Honduras es bastante grotesco, brutal e infantil a diferencia del golpe de estado perpetrado por Felipe Calderón. En México se utilizó la perversidad y el fraude electoral además de la compra de voluntades y cómplices en todos los niveles. Un golpe que se empezó a preparar varios años antes; ya lo decía Jorge Castañeda; “No permitiremos que el Peje llegue a “ningún precio” a la presidencia de la república” sin percatarse que con esa afirmación estaban negando la democracia de la que tanto vociferan hipócritamente; y así lo hicieron; lo de la voluntad de la mayoría de los mexicanos era lo de menos, pero son tan cínicos que todavía siguen hablando de democracia. El Golpe en Honduras fue bastante burdo, valiéndose de mentiras, de falsificaciones de la firma del Presidente Zelaya en su supuesta renuncia a pesar de que él lo ha negado enfáticamente y de todas las contradicciones que se expresan en el congreso hondureño. Hablan de que hay que establecer el estado de derecho y por eso lo violan secuestrando al presidente, a embajadores, a líderes sociales, cierran medios de información, le avientan el ejército al pueblo etc. etc. Para ellos eso es el “estado de derecho”; así ha sido siempre la derecha fanática corrupta en todas partes y casi siempre la jerarquía católica- porque hasta ahorita no ha dicho “esta boca es mía”- permitiendo que utilicen su nombre y su prestigio para las peores causas. Para el mayoriteo del congreso hondureño todo eso es establecer el “estado de derecho”. La violación por la que acusan al presidente es haber decidido preguntarle al pueblo en un referendo si aceptaría un nuevo constituyente. O sea, el presidente tiene prohibido preguntarle al pueblo nada y hablan de estado de derecho democrático estos farsantes diputados hondureños. En lo que sí se parecen los dos congresos tanto mexicano como hondureño es en su infinita hipocresía; allá en Honduras nombran a un farsante Roberto Micheletti como presidente provisional y aquí en México nombran como presidente a otro farsante, Felipe Calderón elegido por medio de un fraude electoral además de haber organizado un fraudulento desafuero y un complot contra Manuel López Obrador. Los dos congresos son una vergüenza para la humanidad. También las dos supremas cortes-con minúscula- se parecen tanto en Honduras como en México con dictámenes y resoluciones farisaicas legalistas pero violatorias de la justicia. ¿Se acuerdan como Jesús fue acusado de violar la ley del sábado y por eso fue considerado reo de muerte porque insistía en curar enfermos en sábado?
Sin embargo la reacción mundial ha sido diferente en este caso. En el caso de México, los Estados Unidos y España se precipitaron vergonzosamente al reconocer al espurio pues ya Felipe les había asegurado que sus trasnacionales seguirían saqueando impunemente al país. En el caso de Honduras la reacción mundial ha sido contraria a los deseos de los golpistas; toda América Latina, Europa, la OEA, la ONU e increíblemente hasta Estados Unidos han expresado su repudio. Quizás si Obama hubiera sido presidente dos años antes, quizás y solo quizás Estados Unidos no habría reconocido a Felipe Calderón sabiendo que era producto de un fraude pero desgraciadamente en ese tiempo todavía teníamos al genocida Bush.
Dos países diferentes y un solo golpe de estado, los dos por le derecha recalcitrante.
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