Propone López Obrador suscribir un Pacto en apoyo a la economía y congelar los precios de artículos de consumo generalizado
México, Distrito Federal
Viernes 17 de octubre de 2008
* Conferencia de prensa del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, para presentar una propuesta de suscripción de un Pacto en apoyo a la economía popular
CARTA A LA OPINIÓN PÚBLICA
Hoy más que nunca se necesita utilizar todo el poder del Estado para proteger la economía popular y el bienestar de la población.
La crisis que está padeciendo la mayoría de los mexicanos y, desgraciadamente, el agravamiento futuro de la situación económica y social en nuestro país, exige la inmediata intervención de los gobiernos y de todas las instancias del Estado mexicano.
La gente está angustiada por la escasez de empleo, por los constantes aumentos de precios en bienes y servicios y por la falta de dinero para cubrir los gastos de alimentación, educación, salud y para pagar la luz, el agua, el gas y el pasaje.
En los 23 meses que lleva Calderón usurpando el gobierno, mientras el desempleo es el más alto de los últimos ocho años y el salario mínimo sólo se ha incrementado en 8 por ciento, el precio de la tortilla ha aumentado en 42 por ciento; el pan 60 por ciento; la leche 35 por ciento; el huevo 80 por ciento; el frijol 100 por ciento; la lenteja 130 por ciento; el arroz 130 por ciento; el aceite 113 por ciento; la carne de res 60 por ciento; la carne de cerdo 50 por ciento; el pollo 50 por ciento; el café 65 por ciento; el azúcar 40 por ciento; las pastas para sopa 62 por ciento; la gasolina 10 por ciento; el diesel 18 por ciento; el gas 20 por ciento; y la luz, sólo en lo que va del año, 100 por ciento.
Y tal parece que en el gobierno usurpador sólo están pensando en rescatar de la crisis a los potentados, sobre todo, a banqueros y grandes empresarios, como ha quedado de manifiesto al disponer, hasta ahora, de más de 11 mil millones de dólares de nuestras reservas internacionales para apoyar a especuladores y a quienes tienen grandes deudas contraídas en dólares.
Por eso, en el marco del plan anticrisis que hemos presentado al Congreso de la Unión, donde están representadas todas las fuerzas políticas del país, y en los momentos en que se está aprobando el presupuesto del año próximo, cuya facultad recae de manera exclusiva en la Cámara de Diputados, proponemos lo siguiente:
Que se convoque y persuada a los representantes de los sectores productivos y sociales, y se apliquen todos los instrumentos con que se dispone (presupuesto, leyes, decretos, subsidios, controles, regulación, entre otros) para suscribir y llevar a cabo un Pacto en apoyo a la economía popular.
En una primera etapa, este pacto debe garantizar que no sigan aumentando, es decir, que se congelen los precios de los siguientes alimentos, productos y servicios:
1. Tortilla
2. Pan
3. Agua
4. Leche
5. Huevo
6. Frijol
7. Lenteja
8. Arroz
9. Aceite
10. Carne de res y de cerdo
11. Pollo
12. Café
13. Azúcar
14. Pastas
15. Gasolinas
16. Diesel
17. Energía eléctrica
18. Gas
19. Teléfono
20. Transporte público
21. Medicamentos
22. Renta de vivienda
23. Colegiaturas
24. Predial
25. Peajes de carreteras
Este pacto debe mantenerse hasta que haya crecimiento económico, se generen empleos y se recupere el poder adquisitivo del salario, cuando menos, lo perdido en los últimos dos años.
Ya es tiempo de hacer a un lado el criterio neoliberal, la cantaleta, de dejar al libre mercado y a la libre competencia, todo lo relacionado con la economía y que el Estado renuncie a su responsabilidad social. Lo cual además de carecer de sustento es una reverenda hipocresía porque siempre se ha utilizado el presupuesto público para rescatar a las instituciones financieras en quiebra y a las grandes corporaciones.
No es jugar limpio utilizar al Estado para defender intereses particulares y procurar desvanecerlo cuando se trata del beneficio de las mayorías.
Es el momento de destinar el presupuesto para proteger al pueblo y no seguirlo empleando sólo en beneficio de unos cuantos. Si de rescates se trata, rescatemos a los pobres y a las clases medias.