viernes, 17 de octubre de 2008

MTV: El festín de unos cuántos

Noche intensa para decenas de personas que luchaban por conseguir un boleto. En el auditorio Telmex (antes Metropolitano) se congregaron desde temprano, buscando el ansiado pase, miraban al cielo oscuro, quizás esperando a que les cayera de algún lugar. Sólo que entre la multitud, un grupo de personas, la mayoría mujeres, se manifestaban contra el evento porque Emilio González Márquez Gobernador del Estado de Jalisco le otorgó 2 millones de dólares a la televisora estadounidense MTV para la realización de la premiación en la sede tapatía.

Poco a poco la pequeña brigada se dispuso a repartir los volantes, a hablar con los chavos que veían a todas las mujeres convencidas de que hacen falta jóvenes valerosos como Andrés Gómez Emilsson que le gritó espurio a Felipe Calderón. Tal como estaba representado en el volante que felices repartían.

Los jóvenes miraban atentos, escuchaban las palabras de una joven manifestante que con insistencia les daba la explicación a sus problemas, al porqué no podían ser partícipes de una celebración en la que sólo eran invitados un puñado de jaliscienses que disfrutaban del festín con los impuestos de todos los que afuera, sólo corrían, gritaban y hacían circo maroma y teatro por conseguir una entrada y ser parte de la pequeña elite que se reunía con las estrellas.

El tiempo transcurría, nadie entre el bunker lleno de policías de todo tipo, tamaños y colores lograba entrar a la fiesta privada patrocinada por el gobierno del estado. Sólo unos cuantos. Mientras, afuera, la gente comenzaba a darse cuenta de que estaba siendo utilizada. Una joven exclamaba “yo me gasté todo mi dinero, mi crédito, compré todas las promociones para estar ahí y no tengo boleto”. Así fue, la gran mayoría se cansó de esperar el boleto que nunca llegó. La pequeña brigada terminó su tarea. Repartió todos sus volantes que eran asediados por la gran mayoría de los presentes y en voz de la joven manifestante que exclamaba como ellos que también quería estar adentro, cumplieron su tarea al informarle a las personas que no valía la pena esperar un milagro y tener un boleto: aquello sólo era una fiesta privada, sólo para unos cuantos jaliscienses distinguidos que gozaban de un evento gracias a nuestros impuestos.

Texto: Zorro Tapatío

Corrección: Alejandra










todos los elementos que se utilizarón para el resguardo.
Cerca del auditorio Telmex, entre las calles de Avila Camacho e Ignacio Ramirez se registro un incendio en una estación de policia.