El Correo Ilustrado
No obstante la reciente reforma petrolera que reafirmó la soberanía de la nación sobre el petróleo y Pemex, la dirección de la paraestatal sigue estando al servicio de Halliburton. En cuanto contrato se requiere, en vez de acudir a empresas nacionales, o por lo menos latinoamericanas, se otorgan contratos a la empresa que devastó Irak bajo la dirección de su jefe, Dick Cheney; 160 contratos con valor de 2 mil millones de dólares es el botín de la Halliburton. Suena ridículo: para elevar la seguridad y eficiencia durante las actividades de perforación de pozos, se extiende un contrato por casi 100 millones de dólares. Actividades que podrían desempeñar ingenieros mexicanos. No basta con proclamar transparencia e imparcialidad y la presencia de Función Pública en las licitaciones, lo que importa es desarrollar la tecnología mexicana y dar empleo a nuestros egresados de las escuelas de ingeniería. De lo contrario, México está condenado a la dependencia tecnológica.
Atentamente.
Rubén Mares Gallardo, Escuela Superior de Física y Matemáticas-IPN y Organización Nacional Politécnica
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