Que no se la crea el PRI

Indice Político
Francisco Rodríguez

No podría creer en un Dios al cual comprendiera
Graham Greene

HABRÁ QUE ADVERTIRLO con toda precisión, porque los políticos invariablemente terminan creyendo sus propias mentiras: los votantes acudieron a las urnas este domingo, no a pedir el perdón del PRI y, contritos, a requerirle que regrese (¿lo que se llevó?), sino a castigar al PAN y, muy en especial, al señor Felipe Calderón y a su muy personal estilo ya no de gobernar –cual don Daniel Cosío Villegas se refería a la gestión de Luis Echeverría, justo cuando en nuestro país sí privaba la gobernabilidad— sino de ni siquiera de saber administrar a la cosa pública.

No se la vayan a creer, señoras y señores priístas.
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