Ante inminente golpe a la ya maltrecha economía de los mexicanos, el gobierno tiende una cortina de humo para disuadir al público y enfocar la mirada en un teatrito muy mal montado, de un solitario secuestrador, que con poderosos líquidos mortíferos (latas de Jumex) aterrorizo a los tripulantes y pasajeros del avión en el que viajaban.
El circo del futbol ya no les funciona.
Se avecina un duro golpe a los mexicanos, y como es común, lo hacen al principio de cada gestión, para que al fin de cada trienio, los desmemoriados mexicanos no se acuerden de sus verdugos.