Carlos Fernández-Vega
■ Cuentos para distorsiones informativas
■ Tercera gran crisis en menos de 15 años
Estaba el inquilino de Los Pinos muy contento hable que te hable de lo bien que ha hecho las cosas, de lo resultón que le ha salido su gabinetazo, de lo cumplidor que es su gobierno, cuando ¡ay!, se mordió la lengua: “tan malo es generar expectativas sobradas o infundadas, infundadamente optimis- tas, como también generar expectativas cada vez más negativas y deterioradas que también pueden carecer de fundamentos sólidos”.
Acto fallido que lo llevó a morderse la lengua, porque el inconsciente operó en su contra. Él no los recuerda, pero los demás sí: aquellos maravillosos cuentos, “infundadamente optimistas”, del gobierno de la “continuidad” sobre “catarritos” y “gripas” internas, versus “pulmonías” en terceros países; de crisis “externas” de suyo lejanas que nos hacían lo que el viento a Juárez, a la mítica narración de un México paradisíaco en el que sus habitantes viven en la abundancia y no tienen mayor preocupación que ser felices.
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