Autor: Abel Barrera Hernández
Nuestra solidaridad con Miguel Badillo, defensor de la libertad de expresión
En Guerrero y en nuestro país, el trabajo de los defensores y defensoras de derechos humanos se ha transformado en una actividad de alto riesgo por la falta de garantías por parte del gobierno que no respeta, no reconoce ni protege a los que alzan la voz a favor de los silenciados, perseguidos y encarcelados.
Los defensores y defensoras de derechos humanos son el núcleo del movimiento creciente de ciudadanos que se organizan contra los abusos del poder y que buscan la verdad y la justicia; luchan contra el hambre, la pobreza, la discriminación y el racismo, defienden los derechos de los pueblos indígenas, la igualdad de género y los derechos económicos, sociales y culturales de los excluidos.
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