Álvaro Cepeda Neri
Hay muchas semejanzas y continuidades entre el foxismo y el calderonismo, como el comportamiento de ese presidencialismo ante los derechos humanos.
Las dos alternancias fracasadas –murieron en el intento– han practicado todo lo contrario de lo que predicaron como oposición y han utilizado, del viejo autoritarismo, la práctica de violentar esos derechos enumerados y consignados constitucionalmente (y esto no sólo con haber sacado de sus cuarteles a los militares que en los ocho años de panismo tienen en su haber casi 3 mil quejas que han merecido igual número de recomendaciones).
El gobierno y la administración federales (puesto que el presidente de la República es jefe de gobierno y jefe de Estado) son un órgano propio de un monarca antidemocrático y antirrepublicano con tendencias despóticas, autocráticas y absolutistas.
Los titulares de las dependencias de la administración pública pisotean constantemente los derechos individuales de los mexicanos como personas y ciudadanos. La Procuraduría General de la República, las secretarías de Gobernación, Reforma Agraria, Medio Ambiente, y Trabajo y Previsión Social son quienes más agreden los derechos humanos.
Leer Nota AQUI