Laura Itzel Castillo
En concreto
La semana anterior, frente a las oficinas de la Asociación de Bancos de México, a convocatoria de Andrés Manuel López Obrador, el Movimiento Nacional en Defensa de la Economía Popular se manifestó contra el agiotismo de los bancos.
El Secretario de la Hacienda del gobierno legítimo de México, Mario Di Costanzo, recordó cómo el 21 de abril de 2003, el ahora ex vocal de la Junta de Gobierno del IPAB, Bernardo González Aréchiga, entregó a la Comisión de Vigilancia del Congreso sus Memorias de labores. Señaló que en la página 13 se refiere lo siguiente: “El terrible dilema que confrontó el Fobaproa, según uno de los responsables más importantes del rescate, se resume en la siguiente frase: ‘a raíz de la crisis bancaria de 1995, nosotros tuvimos que escoger entre cumplir la ley o reducir el costo fiscal. Optamos por violar la ley y reducir el costo fiscal”’.
A ese grado llega el cinismo. No obstante, a los millones de mexicanos que tienen que enfrentar problemas derivados de la crisis actual, desde el poder se les amenaza con aplicarles todo el peso de la ley.
A algunos de los grandes empresarios, el gobierno espurio sí los apoya, a través de Nacional Financiera (Nafin). Esto, bajo el pretexto de proteger el empleo, con recursos públicos. Así “avala” la deuda de las empresas que se hacen acreedoras a estos apoyos. Hasta el momento lo han hecho con alrededor de 18 mil millones de dólares, provenientes, claro, de nuestras reservas internacionales.
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