ERNESTO VILLANUEVA
El pasado 26 de mayo se realizó la detención de 10 alcaldes y diversos funcionarios del gobierno de Michoacán. Las reacciones se han quedado en cuestiones superficiales, como aquella que pondera si se le debió avisar al gobernador Leonel Godoy o no. Eso es lo de menos. Esta acción pone de relieve una política del gobierno de Felipe Calderón que puede conducir al fortalecimiento de un gobierno autoritario. Veamos por qué.
Primero. El calderonismo ha conducido golpes efectistas en la lucha contra el crimen organizado, con los cuales ha desplazado el tema del fracaso económico de su gobierno –que nos debía importar a todos y que es el talón de Aquiles del PAN– para poner la lucha contra la delincuencia organizada como eje central del debate. Así, el gobierno ha convertido en su fortaleza otro de sus fracasos.
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