martes, 5 de mayo de 2009

Ebrard, Calderón y Peña Nieto, en ese orden

Ricardo Monreal Ávila

Una vez controlada la emergencia sanitaria en su fase más crítica, iniciará de manera inevitable la evaluación de las autoridades encargadas de afrontarla. ¿Quién estuvo a la altura de las circunstancias y quién fue rebasado por las mismas? ¿Quién estuvo un paso adelante y quién dos zancadas atrás? ¿Quién creció y dio el estirón y quién de plano se escondió y encogió? ¿Quién dio la cara y quién ocultó el cuerpo? ¿Qué liderazgo resultó ser de bronce y cuál de latón?

Al ser el valle de México la región del país mayormente afectada por la alerta sanitaria, y el lugar donde actúan de manera cotidiana tres autoridades políticas de diferente signo partidario, la evaluación se vuelve triplemente obligada: Felipe Calderón, cabeza del Gobierno federal de origen panista; Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, de identidad perredista; y Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México, de filiación priísta.

Tenemos a la vista tres estudios de opinión. Uno, una encuesta nacional telefónica de la empresa Gabinete de Comunicación Estratégica; dos, una encuesta regional de campo de la empresa Target, levantada en Zacatecas, San Luis Potosí y Aguascalientes; tres, un estudio de grupos de enfoque de una de las empresas más reconocidas en este campo, pero cuyos autores me pidieron omitir su nombre por el carácter privado del cliente que la pagó.
Leer Nota AQUI