martes, 5 de mayo de 2009

Los Chuchos de Campeche

TRIUBUNA CAMPECHE

Corrupción en el PRD

Luis HERNANDEZ ESTRELLA

Cuando me refiero a los Chuchos del perderé, siempre me viene a la mente que ese término se emplea en varios países de Latinoamérica como una forma coloquial de llamar a los perros callejeros, o sea a los que no derivan de ninguna raza actualmente conocida, o lo que es lo mismo, a los perros malixes.
Pero no hay que perder de vista que cualquiera que sea el nombre que se les dé a estos animalitos, siguen siendo nuestras queridas y adorables mascotas, amigos y fieles compañeros y en muchos casos hasta dispuestos a dar la vida por sus amos.
Contrario a ello, sus homónimos los Chuchos del perderé nacional y los del Estado de Campeche, son traidores, desleales, hipócritas, vendidos, falsos, judas y sucios; este es el sello distintivo de quienes no saben más que de sus intereses, que están por encima de cualquier razón, los que presumen que son de izquierda, pero que sus tranzas las cobran estirando la derecha.
En Campeche, los Chuchos, comandados por Abraham Bagdadi Estrella, son los mismos que fantasean de intelectuales, de hombres de negocios, aunque se trate de trabajos sucios; presumen de una posición social y económica respetable, pero con dinero mal habido, son de los que ridículamente asisten a los restaurantes con sus computadoras portátiles para dar a notar sus complejos de hombres cultos y de mundo, pero que sólo se enteran por la Internet de los últimos chistes colorados de Pepito.
Son de aquellos que en sus reuniones de café disertan por horas acerca del tema del día, ridiculizan y se regodean de la mujer en sus experiencias de alcoba; los que su lenguaje florido y vulgar, los hace notar a un kilómetro de distancia en cualquier sitio que se acomoden para sus tertulias de críticos baratos y mezquinos.
Mucha gente los califica de ladinos y mediocres, pero para otros son gente sin escrúpulos, con una facilidad de vender lo que sea, hasta su propia alma al diablo, siempre y cuando la transacción garantice la satisfacción de sus ambiciones económicas o de poder político.
Las acusaciones públicas que se han dado últimamente a lo interno del perderé por acoso sexual en contra de funcionarios de este partido reafirman lo dicho; la falta de moral de estos falsos líderes partidistas, los cuales no se distinguen por sus luchas sociales, pero sí los conocen por el tamaño de sus trayectorias corruptas y sus ambiciones para llegar al poder, para hacerse de posiciones y agandallarse del presupuesto, y de ahí pal real, a tranzar como locos para hacer mucho dinero y negocios a costillas de los que ingenuamente y de buena fe votan por ellos en las elecciones estatales cada tres años.
De esto no está exenta la banda del Pirrurris, compinche y socio del regenteador del perderé, Abraham Bagdadi Estrella, donde una de las “dirigentes” de esta pandilla del Pirrurris, exige a quienes quieran ingresar a su comparsa, que cuando menos presenten título profesional para poder admitirlos, pero si presentan título de maestría, entonces pueden ser aspirantes a salir en el canal de la tele de paga de la cual es socio el excelso señor de las tranzas, el Pirrurris, o cuando menos prestanombres de su amo y señor.
Y es que esta compañera del famoso Pirrurris es todo menos gente de izquierda, es más bien una izquierdosa empanizada, pues su categoría profesional exige un trato distinguido a quienes supuestamente votarán para que llegue al cargo por la vía plurinominal; a estos sólo les permite un saludo sin apretón de manos para no contaminarse, aunque después de todas maneras lave sus tersas garras con un fregado de alcohol y así evitar la proliferación de cualquier bacteria que dañe su salud.
Estos son los que más pronto de lo que usted imagina, adoptarán la personalidad de corderos de misa dominical, pidiendo el voto a la ciudadanía con el cuento chino de que lucharán para derogar el pago de la tenencia y bajar el costo de la energía eléctrica: la mentira y el engaño siempre ha sido parte de su corrupción a flor de piel.
Muchos conocedores de la política local, que conocen bien a estos mercenarios y políticos de pacotilla, aseguran que es preferible no votar por ninguno de los Chuchos bagdadistas de la nueva izquierda (NI) en Campeche, porque ni es nueva ni es de izquierda; el sol azteca ya perdió las bases y los principios que le dieron origen y se ha convertido en un instrumento que sólo sirve para alcanzar el poder por el poder y la transacción de negocios de dudosa reputación, mediante acciones corruptas, a costa del erario público, comprando conciencias y engañando a ingenuos. De allí su tersa simbiosis y sus componendas con el partido en el poder.
Usted decida, yo por eso prefiero a un perro aguacatero, que a un Chucho.
Leer Nota AQUI