Gabriela Rodríguez
El Día Internacional de la Mujer mostró de qué manera ha crecido el potencial de influencia de la Iglesia católica en los procesos electorales del país y cómo la jerarquía eclesial se ha empoderado desde fines de los años 80 por la polarización partidista y posteriormente por el triunfo de Acción Nacional en el gabinete federal.
Es un hecho que desde la Revolución Mexicana la Iglesia católica como institución perdió poder frente al Estado y dejó de ser su competencia. Durante el dominio del PRI se tuvo que someter a restricciones estrictas en cuanto a su participación política, que fueron más bien artificiales, pero que, sin embargo, permitieron a los gobernantes utilizar o excluir a los obispos de acuerdo con su conveniencia. Hoy los jerarcas eclesiales tienen tanta fuerza como los partidos mayoritarios, es decir, se hablan de igual a igual, y es la ciudadanía, en especial las mujeres, quienes sufren las consecuencias.
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