domingo, 9 de noviembre de 2008

Carpetazo

Lilia Arellano,

Estado de los ESTADOS

De riguroso negro, el ilegítimo recorre en 45 minutos la zona donde cayó y explotó el jet que provocó, según la cifra oficial, 14 muertos, entre ellos Juan Camilo Mouriño y José Luis Santiago Vasconcelos / Recibió el reporte del avance de las indagaciones, pero sólo Luis Téllez le habló de “accidente”, los investigadores mexicanos y extranjeros NO
“El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar más para sostener la certeza de esta primera”.
Alexander Pope
Al secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, le urge sacar de los medios informativos el caso del fallecimiento de Juan Camilo Mouriño y de José Luis Santiago Vasconcelos, archivarlo y fijar la atención en otras cuestiones alejadas de investigación de un presunto atentado. En el lugar del supuesto accidente, el funcionario puso énfasis en que las investigaciones sobre las causas del mismo tardarán al menos un año y anunció que la zona del desastre será despejada para el próximo lunes, a fin de que ese día ya sea posible circular por el área siniestrada.
Este sábado Felipe Calderón realizó un recorrido de 45 minutos por la zona donde cayó y explotó el Lear Jet 45, que provocó la muerte de 14 personas, cifra oficial hasta el momento; sin embargo, reportes de medios de comunicación hablan de alrededor de 100 afectadas. Se privilegió a las cámaras de televisión con el publicitado fin de dar transparencia y generar certidumbre sobre un resultado anunciado con anticipación aún y cuando todavía no se tienen ni los registros de las conversaciones y de lo que guardan tanto la caja negra como la grabadora de vuelo, y menos aún han concluido las investigaciones.
Vestido de luto, el inquilino de Los Pinos recibió el reporte del avance de las indagaciones hasta el momento de parte Luis Téllez; del capitán Gilberto López Meyer, director general de Aeronáutica Civil; de Joseph Seder, integrante de la United Status of América National Transportation Board de los Estados Unidos; y de Robert Carter, investigador principal de la Air Accidental Branch del Reino Unido. A excepción del titular de Comunicaciones y Transportes, ninguno de los mencionados se atrevió a referirse a los hechos como un “accidente”.
Al funcionario, quien se hizo acompañar de López Meyer, se le instruyó para proporcionar a los representantes de los medios de comunicación toda serie de datos que refuerzan SU hipótesis del “accidente”. Contrario a sus primeras versiones, ahora sostuvieron que la aeronave se desplomó a 500 kilómetros por hora, cuando hasta hace 48 horas aseguraban que la velocidad era de 300 kilómetros; afirmaron también que las dos turbinas venían funcionando a la misma velocidad, con lo cual en automático dejan descartado que podría tratarse de una falla técnica en el Lear Jet.
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