El alcalde de San Pedro declara ante la fiscalía que su sucesor le informó del homicidio del empresario panista. Y a su vez Ruiz, que tenía cita con el ex diputado asesinado, habría sido avisado por un operador del CEN albiazul
Ugo Ruiz, el alcalde electo de San Pedro, fue quien habría avisado a Mauricio Fernández del secuestro del sampetrino Hernán Belden Elizondo, según fuentes extraoficiales de la Procuraduría de Justicia del Estado.
El viernes 7 de septiembre, día en que fue secuestrado y ejecutado en Santa Catarina el ex diputado panista sampetrino, Belden Elizondo tenía una cita programada con el próximo presidente municipal de San Pedro.
La reunión estaba agendada a las 12:00 horas en las oficinas de transición.
Sin embargo, el ex legislador panista no llegó a la cita porque minutos antes fue privado de su libertad en la colonia Doctores de Monterrey y posteriormente asesinado en La Huasteca, en Santa Catarina.
El alcalde Mauricio Fernández fue quien divulgó antes que nadie el secuestro del ex diputado panista, información que obtuvo, según ha explicado el edil sampetrino, de alguien que le habló a su teléfono celular para informarle.
“Lo que me acabo de enterar ahorita, que sí me da mucha lástima, es que acaban de secuestrar a Hernán Belden, al diputado, en Santa Catarina, hace una hora”, reveló Fernández el viernes 7 de septiembre en una rueda de prensa.
Desde entonces Fernández no había identificado a su fuente de información, pero ayer en su declaración ante el Ministerio Público el edil sampetrino habría revelado que fue Ugo Ruiz, el alcalde electo de San Pedro, quien le avisó del secuestro de Belden Elizondo.
Esto según la información revelada a Reporte Indigo por fuentes extraoficiales del Ministerio Público de la Procuraduría del Estado.
Inicialmente Fernández explicó que su fuente de información había sido una persona que estaba hablando por teléfono celular con Belden Elizondo cuando ocurrió la privación ilegal de la libertad en Monterrey.
“Estaba hablando por teléfono con alguien que me llamó”, contó el edil sampetrino.
“Que iba a haber una reunión hace rato con alguien y nada más se oyó: ‘Me están secuestrando’”.
Efectivamente, ese viernes 7 de septiembre Ugo Ruiz tenía una cita programada con Belden Elizondo, pero no fue él quien conversaba por teléfono con el ex diputado panista cuando ocurrió su privación ilegal de la libertad.
El informante que le avisó al alcalde electo de San Pedro del secuestro de Belden Elizondo fue el empresario Edelmiro Sánchez Hernández, quien conversaba vía telefónica con el panista justo cuando ocurrió su secuestro.
Sánchez Hernández es un operador cercano al actual diputado federal del PAN, Jorge Villalobos, ex titular de la oficina ejecutiva del presidente nacional del PAN, Gustavo Madero.
Belden Elizondo se habría comunicado con Edelmiro Sánchez para que lo acompañara en su reunión programada con Ugo Ruiz en la oficina de transición en San Pedro.
Ayer en su comparecencia ante el Ministerio Público, Mauricio Fernández identificó tanto a Ugo Ruiz como a Edelmiro Sánchez como sus fuentes de información en el caso del secuestro de Hernán Belden.
“Tengo información de con quien estaba hablando Hernán y con quien yo hablé. Son las únicas cosas que les puedo revelar”, explicó Fernández.
Sin embargo, el alcalde de San Pedro rechazó identificar estos dos nombres en la entrevista con los medios de comunicación.
“No puedo darles esa información”, comentó el edil sampetrino.
Fernández sólo reveló que una de sus fuentes de información era de la Ciudad de México y que el Ministerio Público le había pedido un número telefónico de contacto de uno de ellos, probablemente de Sánchez Hernández.
“Hay unas cosas que me solicitaron y voy a tratar de conseguir la información. Puntualmente una persona, un segundo apellido, un teléfono”, declaró Fernández al término de su comparecencia.
En su declaración ante los medios de comunicación Fernández calificó la ejecución de Belden Elizondo como “rara” que sigue generando muchas preguntas.
“Hay cosas que me dejan con preocupación de que Hernán iba en una camioneta blindada ¿y por qué se bajó? ¿Era alguien que conocía? Yo no quiero especular. La parte investigadora lo hará, pero si fue una ejecución… ¿para qué se lo llevaron si lo pudieron haber matado allí?”.
En su comparecencia ante el Ministerio Público por este caso, el alcalde Mauricio Fernández mostró ayer dos personalidades antagónicas.
Hubo primero un Mauricio Fernández envalentonado y desafiante que llegó a su declaración y otro pacífico y tranquilo que se retiró tras rendirla, casi tres horas después.
El edil sampetrino arribó a la 13:20 horas a las instalaciones de la Agencia Estatal de Investigaciones, donde lo esperaba el fiscal adscrito a la Agencia del Ministerio Público Especializada en Delitos contra la Vida e Integridad Física, Número 3.
Llegó escoltado por su fuerte equipo de seguridad y su abogado Ciro Espinosa, asesor jurídico del Municipio de San Pedro.
Apenas bajó de su camioneta, Fernández, bragado como es, se lanzó contra la decisión de la Procuraduría del Estado de citarlo a declarar en el caso del asesinato de Hernán Belden Elizondo.
“Con un simple telefonazo les hubiera dicho lo mismo que les voy a decir ahorita”, dijo en tono molesto el alcalde a los reporteros que lo esperaban afuera del edificio de la Policía Ministerial.
“Ni les quito tiempo a ellos, ni me lo quitan a mí”.
Incluso Fernández se mofó de la capacidad de investigación de la Procuraduría de Justicia, que encabeza el procurador Adrián de la Garza.
“No tienen una cultura de pedir información: de verdad deberían de practicar en el 040. Que practiquen tantito, que tengan ganas de buscar información”.
En su declaración inicial el edil sampetrino acusó de burocrático y protagonista al procurador Adrián de la Garza.
“¿Para qué anuncia el procurador que me está citando? ¿Cuándo han visto al procurador con la bitácora de a quién están citando? Es puro protagonismo del Estado”.
Descartarían a Los Zetas en homicidio de Belden
Por Indigo Staff
Características del asesinato de Hernán Belden abren otras líneas de investigación que serían contradictorias a la versión de Mauricio Fernández quien inicialmente dijo que Los Zetas dieron muerte al ex diputado.
El lugar donde asesinaron al ex legislador panista y la forma en que lo mataron, abrieron una línea de investigación sobre la posibilidad de que el homicidio haya sido perpetrado por gente ajena al grupo delictivo de Los Zetas.
Aunque ese grupo criminal y células huérfanas de la organización llevan varias incursiones en el área metropolitana de Monterrey para secuestrar, en el caso de Hernán Belden Elizondo hay dos características que abren veta de investigación.
Y es que según los datos que tiene la Procuraduría del Estado, la muerte del ex diputado ocurrió de un solo golpe contundente en la parte frontal de la cabeza.
Es decir, el cadáver no presentó un solo disparo ni tampoco heridas de armas punzo cortante.
Cuando los homicidios del crimen organizado son casi en su totalidad perpetrados por disparos a la cabeza y al pecho, fundamentalmente.
Además de que Los Zetas dejan tendidos a sus víctimas muchas veces con mensajes, o buscan mutilarlos para que quede evidencia de que ellos se adjudican el homicidio.
Porque dentro de una guerra entre cárteles del narcotráfico, fundamentalmente entre Zetas y Cártel del Golfo, existe la ostentación de la muerte para que sus rivales sepan qué grupo cometió el asesinato.
Igualmente cuando Los Zetas cometen un crimen ligado a las fuerzas públicas o quizás a la política, buscan dejar huella o el mensaje del motivo por el que asesinaron a la víctima.
En este caso no hubo disparos, tampoco dejaron mensaje alguno y solamente un golpe contundente en el frontal del cráneo ocasionó la muerte de Belden Elizondo.
Por otro lado, los departamentos de secuestros y de homicidios de la Agencia Estatal de Investigaciones también tienen datos de que el lugar donde asesinaron al ex legislador no es donde usualmente Los Zetas dejan a ejecutados.
La mayoría de los cuerpos de gente asesinada por ese grupo son abandonados del otro lado de la Carretera a Saltillo, hacia el norte de esa vía.
El sitio donde más han encontrado que este grupo se adjudica los homicidios es hacia el municipio de García.
Esto, precisamente porque en esa área de la Huasteca, en Santa Catarina, varias células de Los Zetas suelen operar.
Incluso, dentro del Cañón de la Huasteca, por lo que investigadores de la Procuraduría piensan que la organización criminal regularmente no deja a sus víctimas justo donde está maniobrando.
Y es que el cuerpo de Belden Elizondo fue encontrado hasta la mañana del martes 11 de septiembre, al quinto día de haber sido privado de su libertad por hombres armados en el sector de la colonia Doctores, muy cerca del Hospital San José.
Esto, aunque su camioneta blindada había marcado la ruta que siguieron los asesinos cuando lo plagiaron, gracias al GPS del vehículo.
Sin embargo, aunque la Procuraduría del Estado tenía esa información el mismo viernes que el ex diputado desapareció, no podía actuar con un contingente de ministeriales en la zona de la Huasteca para buscarlo.
Porque en caso de que estuviera vivo dentro de la Huasteca sus plagiarios podían asesinarlo al ver que los agentes se acercaban a la zona.
Y además porque la familia de Belden Elizondo había solicitado que no hubiera una intervención hasta saben si podían negociar un rescate.
Por otro lado, la camioneta que había estado en la Huasteca según la señal del GPS, fue localizada desde el mismo viernes estacionada en los Condominios Constitución, muy cerca del Barrio Antiguo.
Así que tanto la manera de asesinarlo, como la ubicación del cadáver, hacen pensar a la Procuraduría que puede haber otras alternativas, líneas de investigación que lleven las pesquisas sobre los autores del asesinato más allá del crimen organizado.
En la búsqueda de información los agentes están cruzando todas las llamadas de días, semanas y meses entre el ex diputado y otras personas.
Hasta el momento no pueden descartar totalmente al crimen organizado como los autores del homicidio, pero sí existen estas otras líneas de investigación.
También están revisando la situación de los negocios de Belden Elizondo, pero hasta el momento sus deudas no están fuera de lo regular.
Mauricio cambia postura sobre autoría
Hace una semana Mauricio Fernández atribuyó la privación ilegal de la libertad del ex diputado panista Hernán Belden al crimen organizado, pero ayer el alcalde de San Pedro reveló que existen otras líneas de investigación en este asesinato que apuntan a otra parte.
El domingo 9 de septiembre Fernández declaró que detrás del secuestro de Belden Elizondo estaba el Cártel de los Zetas, el grupo criminal que opera en Santa Catarina, sin embargo ayer el edil sampetrino ya no fue tan contundente en su afirmación.
Incluso Fernández, en un acto de prudencia nada regular en él, pidió no caer en especulaciones y solicitó esperar el avance de las investigaciones que lleva a cabo la Procuraduría de Justicia de Nuevo León.
“Yo dije que pudo haber sido el grupo que trabaja en Santa Catarina, que son los Zetas, pero ya en las líneas de investigación no puedes descartar la idea de que pueda haber una rencilla, un trabajador, uno nunca sabe en estas cosas.
“Esto puede brincar para tantos lados...
“Yo creo que es mejor no especular en estos niveles y hay una autoridad competente que tiene la investigación”.
Entrevistado ayer antes y después de su comparecencia ante el Ministerio Público, autoridad que lo citó para que declarara sobre el caso de Belden Elizondo, ahora Fernández evitó adjudicar la ejecución del ex diputado panista a este grupo criminal.
“En todo esto hay un montón de especulaciones.
“A mí no me gustaría adelantar tiempos, te llegan chismes, que igual pueden ser los de a lado, igual pueden ser o no ser, igual puede haber otra motivación.
“No sé (si estén los Zetas) obviamente yo no tengo Zetas en San Pedro y ya será la investigación de la Procuraduría, los cursos y las alternativas de las investigaciones en el caso de Belden”.
Fernández aclaró que la única información certera que existe en el caso de Belden Elizondo es que no fue un secuestro, sino una ejecución.
“De hecho cuando a mí me habló el presidente (Felipe Calderón) fue lo que yo le comenté, que yo no creía que fuera un secuestro, que era más bien una ejecución.
“Y no me equivoqué. Luego el propio gobernador así lo manifestó: que él lo veía más como una ejecución que un secuestro”.